La vuelta a la “normalidad” podría demorarse entre 9 meses y un año

Los expertos apremian a ir preparando ya planes de desconfinamiento en zonas de baja incidencia de contagios 

CAMINO A LA DESESCALADA

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El aislamiento social pesa, pero la incertidumbre cae como una losa en la quinta semana de confinamiento para la población y con la vista puesta en una próxima prórroga del Estado de Alarma más allá del próximo 26 de abril. La crisis sanitaria del Covid-19 abre un escenario muy incierto aunque algunas fuentes apuntan ya fechas posibles para la vuelta a la “normalidad”, entre nueve meses y un año. Es el pronóstico de algunas de las revistas científicas de más prestigio de las que se hace eco el reconocido virólogo Doctor Raúl Ortiz de Lejarazu“Todo el mundo entiende, aunque no lo digan nuestros responsables públicos, que esto va a llevar tiempo”, ha puntualizado. “Cuando sea posible, por los marcadores epidemiológicos y cuando haya en la población sensación de respeto hacia la infección”.

Un escenario futuro que implica decisiones inmediatas como la elaboración de planes que permitan las actividades diarias tras el desconfinamiento. En esta línea, el Doctor Ortiz de Lejarazu comparte la teoría de aplicarlo en territorios donde la incidencia de la infección esté mejor controlada, aunque eso sí, “con cautela”. Considera “racional” que no sea exactamente igual el desconfinamiento en todos los territorios. Una fase, que no implica que se recupere la “normalidad” que antes conocíamos, en la que no han de ser abandonadas por parte de la población las medidas encaminadas a frenar la difusión de la enfermedad.

Medidas de protección frente al Covid-19

Medidas de protección que pasan por el lavado de manos con frecuencia con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.

Medidas de higiene respiratoria. Al toser o estornudar hay que cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable. De esta manera, se evita la propagación de gérmenes y virus.

Mantener entre un metro y medio y dos metros de distancia con otras personas, particularmente aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre. Cuando alguien con una enfermedad respiratoria tose o estornuda, proyecta pequeñas gotículas que contienen el virus. Si se está demasiado cerca, se puede inhalar el virus.

Evitar tocarse ojos, nariz y boca. Las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus. Si se toca los ojos, la nariz o la boca con las manos contaminadas, puede producirse el contagio.

Del mismo modo, el Doctor Ortiz de Lejarazu insiste en la importancia de realizar tests de forma masiva a la población, pero puntualiza: “no garantizan que la persona tenga protección, sí anticuerpos”. La realización de estos comprobadores de infección permitirán dibujar un mapa de personas que ya hayan pasado la infección. Un punto de partida para recobrar la anhelada normalidad cuanto antes.