Así es la cataplexia, la enfermedad que padece Jordi Évole que puede provocar un desmayo en cualquier momento

Estos síntomas se producen a consecuencia de emociones intensas; por ejemplo, es habitual que la pérdida de tono muscular tenga lugar cuando la persona ríe mucho

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Caerse de risa o morirse de risa son expresiones populares que tienen un trasfondo real y patológico. El popular periodista Jodi Évole ha reconocido públicamente que padece “cataplexia”. Hoy en Herrera a Cope Catalunya i Andorra hablamos de la "cataplexia" con el doctor Carles Gaig, neurólogo y secretario del grupo de estudio de la Sociedad Española de Neurología.

NARCOLESIA Y CATAPLEXIA

La “cataplexia” o “cataplejía” son los episodios transitorios de debilidad muscular que se producen en algunas personas. Se los considera una intrusión de los procesos que regulan el sueño en el estado de vigilia, si bien durante la cataplexia la persona mantiene la consciencia.

Normalmente estos síntomas se producen a consecuencia de emociones intensas; por ejemplo, es habitual que la pérdida de tono muscular tenga lugar cuando la persona ríe mucho, siente miedo o llora. Los episodios de cataplexia se dan de forma casi exclusiva en el contexto de la narcolepsia, de modo que podemos considerarlos un síntoma cardinal de esta enfermedad. Es muy infrecuente que se dé cataplexia sin narcolepsia. La narcolepsia es un trastorno del sueño que se caracteriza por la aparición de elementos del sueño REM (de movimientos oculares rápidos) en la vigilia.

Su síntoma más característico son los ataques de sueño que se dan a pesar de haber descansado adecuadamente. Además de los accesos de sueño y la cataplexia, otros síntomas habituales de la narcolepsia son la hipersomnolencia diurna, la alteración del sueño durante la fase REM y la aparición de alucinaciones hipnagógicas y parálisis del sueño durante la vigilia.

LA FALTA DE UNA HORMONA ES LA CULPABLE

Los casos de narcolepsia no siempre incluyen cataplexia, sino que estos episodios se dan en el 70% de las personas narcolépticas. Cuando hay cataplexia prácticamente siempre se da un déficit de la hormona hipocretina, otro de los signos fundamentales de la narcolepsia.

Los episodios de cataplexia son breves; la mayoría de veces duran menos de dos minutos. Suelen ser consecuencia de esfuerzos físicos o emociones fuertes, sobre todo si se producen de forma inesperada. La debilidad muscular es variable, pudiendo limitarse a la relajación de las rodillas o las mandíbulas o bien implicar una parálisis transitoria de todo el cuerpo. Esto puede llegar a provocar caídas o accidentes, por ejemplo si la persona está conduciendo.

No hay que confundir los episodios de cataplexia con los ataques de sueño también característicos de la narcolepsia: durante la cataplexia la persona mantiene la consciencia, si bien en caso de que esté en una postura cómoda puede sentir somnolencia e incluso quedarse dormida a consecuencia de la relajación. La cataplexia se trata fundamentalmente mediante fármacos. El tratamiento de elección es el oxibato de sodio, un medicamento muy seguro que también es eficaz para combatir la somnolencia diurna.