Un repartidor ve un cartel en un edificio al entregar un paquete y hace esto delante de la puerta: "Obediente"

Los trabajadores de servicios de entrega a domicilio se encuentran con situaciones curiosas constantes que les hacen vivir aventuras prácticamente a diario

El paquete que lleva y la puerta donde debe entregarlo

José Manuel Nieto

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

No cabe duda de que un dron te entregue una compra en tu casa, es algo más distópico que real y más propio de las películas futuristas. Será algo que llegue tarde o temprano, pero, por ahora, siguen los repartidores de carne y hueso que viven muchas historias al entregar paquetes a domicilio, como le sucede a este trabajador en Madrid.

La entrada a los años 2010 y 2020 ha supuesto el boom de los servicios de entrega y, con ello, que esto sea una interesante vía para abrirte camino laboralmente. Muchos repartidores de Amazon coinciden en que la soledad y la independencia de trabajar en la carretera son los dos grandes atractivos del trabajo.

Los repartidores han existido siempre. No importa el tiempo que haga. No importa el medio en el que se transporten. No importa si es comida china, un nuevo smartphone, lo último en moda o un mueble. Pero esta figura ha ganado mucha más importancia tras el confinamiento por la pandemia de la Covid-19.

Un repartidor de paquetería se dispone a realizar un reparto en Becerrea, en Lugo

El servicio de entrega a domicilio representó el principal sustento de millones de comercios a nivel mundial. Ahora, solo en el Prime Day, Amazon España envía casi un millón de productos en un solo día, demostrando que, cada vez, nos estamos acostumbrando más a eso de hacer nuestras compras online.

Un repartidor

La mitad de los españoles ha aumentado sus compras online en el último año. Pocos gestos ya más comunes que el de hacer clic para que, al poco, un mensajero llame a la puerta con el paquete que hemos pedido. Y cada vez lo es más. Nuevas tiendas online aparecen todos los años con una nueva fórmula de éxito comercial.

Hoy en día, los peligros que acechan al repartidor son mucho mayores que antaño. Para empezar, existe mucho más tráfico. Puede que esta estirpe llegue a su fin si se perfeccionan los robots. Por otro lado, seguro que también conocéis las noticias que van saliendo sobre el uso de drones por parte de grandes empresas como Google o Amazon.

Estos repartidores te ofrecen muchas comodidades, como no tener que moverte de casa, o que todo te lo traigan pagando fácilmente. Eso sí, también tienen una contrapartida y es que, si lo pides por Internet, es posible que tengas que quedarte obligatoriamente a esperar ese pedido.

Dos paquetes de Amazon en Madrid

Pero a veces nuestras circunstancias lo impiden, por lo que nos vemos obligados a escribir a los repartidores para que nos lo dejen en algún sitio, antes que movernos a cualquier oficina de correos o una sede de la empresa de mensajería. También hay quien incluso pide que se lo tire al balcón como si de un balón se tratase.

Ve un cartel en un edificio al entregar un paquete

No son pocas las reclamaciones de clientes hacia repartidores o empresas de mensajería por pedidos que llegan tarde, que no se entregan porque dicen que el destinatario no estaba en su casa. Los propios trabajadores se encuentran en ocasiones trabas a la hora de dejarlos. Esto es lo que hace este repartidor en Madrid para que se enteren de la entrega.

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Paquetes bajo felpudos o tirados en patios, fruterías o bares convertidos en puntos de recogida… Las historias son a cada cual más surrealista, pero ¿cómo puede un gigante como Amazon permitir que ocurran situaciones como estas? Muchos repartidores echan la culpa a la precariedad con la que conviven. En esta ocasión lo hizo a grito pelado.

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