Los ictus se multiplican en personas cada vez más jóvenes

Hoy se conmemora el Día del Daño Cerebral Adquirido

José Ramón Zaragoza

Alicante - Publicado el - Actualizado

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El 75,7% de personas con daño cerebral adquirido (DCA) de la provincia de Alicante son hombres con una media de edad de 48,3 años, que han sufrido un ictus frente al 24,3% de mujeres con una media de edad de 47,2 años.

El 58,6% pasó entre menos de un mes y tres meses en el hospital. Tras el alta, el 80% fue derivado a una unidad especializada u hospital de crónicos, mientras que el 20% no recibió ningún tipo de atención sociosanitaria.

En la actualidad, el 67,1% de personas con DCA usuarias de un centro de día en Alicante tiene reconocida alguna discapacidad y el 48,6% tiene reconocido algún grado de Dependencia, lo que limita su autonomía para trabajar, conducir, estudiar o vivir de forma independiente.

En cuanto a las personas cuidadoras, el 38,2% manifiesta que su bienestar se ha visto afectado de forma negativa o muy negativa. Estos cuidados recaen en la pareja en el 57,1% de los casos. Estas son las principales conclusiones referidas a la provincia de Alicante de la Encuesta sobre Daño Cerebral Adquirido en centros de atención diurna de la Comunitat Valenciana, que ha realizado FEVADACE (Federación Valenciana de Daño Cerebral Adquirido) con motivo del Día del DCA, que se celebra hoy 26 de octubre. El Accidente Cerebrovascular, más conocido como ictus, es en el 48,6% de los casos, la principal causa de DCA en Alicante. El origen del DCA se encuentra también en el traumatismo craneoencefálico (20%), el tumor cerebral (7,1%) y en otras causas como la anoxia o una infección (24,3%).

Del total de personas encuestadas, el 81,3% tiene reconocido algún grado de discapacidad y el 69,2% tiene reconocido algún grado de dependencia, frente al 18,7% y al 30,8% que no tiene reconocida ni discapacidad ni dependencia, respectivamente. Tras el DCA, pocos consiguen un grado de autonomía alto o muy alto para trabajar (9,94%), conducir (12,56%), estudiar (12,3%) o vivir de forma independiente (17,8%), lo que limita la inserción social de las personas con daño cerebral adquirido. Sin embargo, el porcentaje es mayor entre quienes consiguen mantener relaciones sociales (32,45%), participar en actividades de ocio (27,73%), ser económicamente independiente (27,73%) y practicar actividades deportivas (23,03%).

En cuanto a las relaciones sociales después del DCA, en general, permanecen igual o se deterioran. Las más afectadas son las que involucran a la pareja y a los compañeros/as de trabajo, ya que valoran la relación como negativa o muy negativa el 40,3%, y el 35,8%, respectivamente. Las que menos sufren cambios son las que involucran a otros familiares y a los hermanos/as, dado que permanecen igual para el 49,3% y para el 43,3%, respectivamente. En cambio, las que se ven más reforzadas son las relaciones con los progenitores y los hijos/as al valorarlas de forma positiva o muy positiva el 32,8% y el 35,8%, respectivamente.

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