El problema que amenaza los centros sanitarios valencianos este verano: "Va a ser inevitable"
El conseller Marciano Gómez ya avisaba del riesgo en la apertura de 54 centros auxiliares y la cobertura de personal en 70 centros sanitarios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) de esta semana, la reunión cooperación e intercomunicación de los servicios de salud de las Comunidades Autónomas (CC.AA) entre sí y con la administración del Estad, ha servido para poner de manifiesto un problema que puede desembocar una situación compleja para la Comunidad Valenciana.
El conseller de Sanidad del gobierno valenciano, Marciano Gómez, "advierte que el déficit de facultativos pone en riesgo la apertura de 54 centros auxiliares y la cobertura de personal en 70 centros sanitarios de la Comunitat este verano". Y recalca que "no hay médicos en el mercado disponibles". Ante esa denuncia, la ministra Mónica García ha aceptado el estudio de diversas propuestas para que los residentes pueden desempeñar funciones fuera de la unidad docente, siempre con tutorización, y la movilización del personal médico a otros hospitales.
Un problema acentuado
Conocen bien la situación en el Sindicato Médico Valenciano (CESM). Su secretario general, Víctor Pedrera, ha pasado por los micrófonos de COPE. Analiza un problema que viene marcado por los retrasos que sufrieron las pruebas del MIR en época de pandemia, cuando se retrasaron al mes de septiembre.
Afirma, por lo tanto, que "el contingente de médicos MIR recién terminados, fundamentalmente en las especialidades de medicina de familia, que son las que más se necesitan en verano, pues no van a estar disponibles". Una cuestión de plazos que se suma a lo "todos los años", con localidades que doblan, triplican, o incluso más su población.
Una realidad casi inevitable
"Circunstancias en las que no haya nadie "trabajando y, en consecuencia directa, se "tengan que cerrar estos centros". Lo dan por hecho desde el sindicato médico, que también recuerda que, evidentemente, las vacaciones son un derecho.
Plantean, como posible solución, la oferta de “contratos en unas condiciones económicas atractivas en forma de incentivos". Y, de este modo, atraer el médico que trabaja en el sector privado a los centros sanitarios y hospitales públicos para tratar de hacer frente al déficit de facultativos.