47ª edición
Arranca el histórico torneo veraniego donde el anfitrión no puede ganar
El Trofeu de l'Avellà de Catí abre una nueva edición donde la final depende del resultado de los rivales de los locales, apurando incluso al número de córners para desempatar.
Castellón - Publicado el
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Hubo una época donde las semanas de julio y agosto eran todo un clásico. Teresa Herrera, Colombino, Ramón de Carranza, Taronja, Santiago Bernabéu o Joan Gamper, junto al más cercano de la Cerámica en clave provincial, eran algunos de esos torneos de verano que nos servían como aperitivo de la temporada y que los clubes se tomaban más que una preparación para la competición oficial.
Esa época, donde incluso los aficionados nos ilusionábamos viendo a nuestro equipo levantar una carabela o trofeo de importante consideración, incluso tuvo su traslación a los juegos de fútbol, gracias a esas partidas en el PC Fútbol donde la participación de tu equipo en estos torneos te daban unos ingresos extra.
Y justamente eso, el dinero, ha hecho que se pierda la magia. Giras internacionales, torneos por Estados Unidos y Asia y otro tipo de intereses han hecho que los partidos en casa para preparar la temporada queden en el olvido. Pero, cual cómic de Astérix, aún quedan algunas aldeas que aguantan al invasor futbolístico...
Comienza L'Avellà
Catí, enclavado en pleno Alt Maestrat, destaca por su gastronomía, con quesos, turrones ycarnes descatados, y un espacio unos pocos kilómetros montaña arriba (y tras cruzar un túnel que puede ser lúgubre si coges niebla) que lleva a uno de sus principales atractivos.
L'Avellà, con su ermita conocida como la Capilla Sixtina del Maestrat, su balneario y su embotelladora de agua, supone todo un polo de atracción para vecinos y visitantes. Y junto a ello, da nombre a uno de los torneos veraniegos más veteranos.
Este domingo dará comienzo con el duelo entre los locales del Catí y La Salzadella la que va a ser la 47ª edición del Trofeu de L'Avellà, que nació a mediados de los 70 y estaría rozando sus bodas de oro “si no hubiera sido por el parón de la pandemia y que estuvimos un par de años sin jugar”, como nos ha explicado el directivo catinense Vicent García.
Un partido que dará el pistoletazo a 15 días de competición, 5 partidos... y muchos condicionantes. El primero: referido al propio CD Catí. Porque el anfitrión juega todos los partidos... menos la final. García nos explica que “el Catí nunca va a jugar la final pero jugamos todos los partidos para ganar y los rivales tienen que trabajar mucho para llegar a la final. En el trofeo todos nos tienen que ganar a nosotros o que saquen el mejor resultado” para poder alcanzar la final.
Y es que ésta es otra de la variables: los 2 rivales que saquen mejor resultado contra el Catí se verán las caras en la final. Eso sí, con condicionantes: “El resultado del 1-2 es mejor que el 0-1, igual que el 2-2 lo es sobre el 1-1”, y, en caso de empate, las variables pueden llegar a ser sorprendentes.
García nos explica que “en caso que 2 equipos llegaran igual se decide (como ha ocurrido a veces) por los corners del equipo visitantes. Hay un directivo que siempre los cuenta y al acabar el partido se anotan. En caso que fueran los mismos córners se echaría una moneda al aire, que eso sí no ha tenido que hacerse nunca porque en los córners siempre ha habido diferencias”.
Gran ambiente
Lo que queda claro es que, tanto en el partido inaugural como en los siguientes (del Catí viéndose las caras con Càlig el día 24, Xert el 28, Rossell (ganador el pasado año) el 31 y la final el 4 de agosto), el ambiente de fiesta y camaradería que acompaña a este fútbol modesto y veraniego está asegurado.
Sobre ello, García nos apunta que “el ambiente siempre ha habido. Como en julio no hay partidos en la zona la gente se acerca a ver los partidos. Los equipos, aunque no se hayan entrenado mucho, vienen a por todas porque saben que tienen que sacar un buen resultado”.
Tal es la seriedad, que toca prepararse a fondo. También lo hace el propio Catí, aunque en el pasado “la intención, cuando éramos jugadores de casa, era hacer la pretemporada. Luego cuando llegó gente de fuera servía para probarlos, aunque a veces nos quitaron alguno”.
Lo que ha tocado hacer, eso sí, son varias modificaciones, especialmente en fechas, ya que el formato se ha respetado: “Desde hace 3 años jugamos la primera fase en julio y la final era a finales de agosto, pero este año lo hemos unificado y la final será el 4 de agosto. Todo porque las ligas empiezan más pronto. Es una solución para que los jugadores que puedan descansar un poco más”.
Más complicado
Lo que avisa el directivo del CD Catí, eso sí, es que cada año es algo más difícil poder organizarla: "Ahora los jugadores, tanto los nuestros como de otros equipos, prefieren descansar porque luego las temporadas son más largas. En nuestro tiempo no eran tan largas por lo que siempre queríamos estar jugando”.
En todo caso, la esperanza de seguir se mantiene, y las ganas de disfrutarlo ahí están. Para animar, García nos apunta que “las finales son espectaculares, son equipos que nos conocemos mucho y hay mucha afición”.
Lo que deja claro, y para finalizar García, es que este formato, tan curioso como especial, se ha mostrado inimitable, tanto que “hay muchos equipos que lo han probado y no han aguantado”. Brindemos para que aguante en Catí, por el disfrute de unos torneos que siempre nos recordarán que el balón va más allá de la competición, sino del ocio incluso en nuestro tiempo de asueto.