Cáritas aconseja ahorrar en alimentos y ser solidarios
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón relanza su campaña "Compra como piensas" este verano, instando a reducir el desperdicio de alimentos y apoyar a quienes más lo necesitan
Castellón - Publicado el - Actualizado
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En plena temporada de vacaciones, Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón ha instado a la población a reflexionar sobre la cantidad de alimentos que se tiran a la basura durante todo el año y a evitar repetir esta situación en el período estival.
Esta organización ha aprovechado la oportunidad para recordar su campaña “Compra como piensas”, lanzada a principios de abril, que busca concienciar sobre los 65,5 kilos de alimentos que cada hogar español desecha anualmente. La campaña se relanzará en octubre, coincidiendo con el Día Mundial de la Alimentación.
Una llamada a la acción
La campaña destaca una estadística alarmante: cada día, en todo el mundo, se desperdician más de 1.000 millones de platos de comida, mientras 783 millones de personas sufren hambre. Esta "dicotomía desgarradora", como la ha descrito el Papa Francisco, subraya la necesidad urgente de cambiar nuestros hábitos de consumo y desperdicio alimentario.
Propuestas para un cambio positivo
Cáritas Diocesana sugiere que una manera efectiva de reducir el desperdicio es evitar las donaciones de alimentos en especie y, en su lugar, donar el equivalente en dinero. Esto permite a la organización distribuir los recursos según las necesidades específicas de las personas a las que apoyan, creando una cadena de reacciones positivas:
Evitar el despilfarro en verano
Vicente Nebot, voluntario responsable de Economía Solidaria de Cáritas Diocesana, ha enfatizado la importancia de comprar solo lo necesario durante las vacaciones, tanto en las segundas residencias como en los destinos turísticos, para contribuir a un sistema alimentario “más eficiente, más equitativo y más sostenible”.
Cifras que invitan a la reflexión
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2022 se desperdiciaron 1.050 millones de toneladas de alimentos, equivalentes a 79 kilos por persona. De estos desperdicios, el 60% provino de los hogares. En España, cada hogar desechó una media de 65,5 kilos de comida el año pasado.
El costo de este desperdicio para la economía mundial es de aproximadamente 1 billón de dólares, una pérdida significativa que podría ser utilizada para combatir el hambre.
Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón nos recuerda que el desperdicio de alimentos no es solo una cuestión económica, sino también una cuestión de justicia social. Durante este verano, la organización anima a todos a comprar de manera consciente, evitando el despilfarro y contribuyendo a un mundo donde todos tengan acceso a los alimentos necesarios para una vida digna.