CON AYUDA DE CÁRITAS
Un convento de Torrent se convierte en hogar para menores y lo cuenta a Carlos Herrera el obispo Arturo Ros
Lleva el nombre de "Virgen de los Desanmparados" y ya hay habilitada una cuenta corriente para ayudar a financiar la residencia en la que ya hay 24 menores
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La diócesis de Valencia, a través de Cáritas Diocesana de Valencia ha puesto en marcha una residencia hogar pionera en España, en un antiguo convento de religiosas dominicas en Torrent, en la que ya se hospedan 24 menores de edad para responder a «las nuevas pobrezas emergentes desde nuestro compromiso como Iglesia, y ésta es muy emergente», como ha destacado hoy el obispo auxiliar de Valencia monseñor Arturo Ros, que ha sido entrevistado por Carlos Herrera en “Herrera en COPE”.
Está previsto que el centro, denominado “Mare de Deu dels desamparats i dels inocents”, pueda acoger hasta 30 niños, niñas y adolescentes, de entre 12 y 18 años, bajo la tutela o guarda de la Generalitat Valenciana.
Los acogidos son distribuidos en “pequeñas unidades de convivencia con el objeto de crear un ambiente familiar”, según ha indicado. También será posible la prolongación de la estancia de quienes, una vez cumplidos los 18 años, se encuentren dentro del Programa de Transición a la vida independiente y la emancipación de la Generalitat Valenciana.
Con este nuevo proyecto, se crea un “recurso de acogimiento residencial que posibilita un entorno de convivencia seguro”, inclusivo y abierto a la diversidad y en el que se garantice la equidad en el acceso a los derechos, la igualdad de trato y oportunidades, la participación activa en todas las decisiones que afecten a los menores de edad, “un abordaje integral de todos los ámbitos vitales y sociales, así como la promoción de oportunidades de emancipación y vida independiente”.
Según los datos de la última memoria publicada de Cáritas Valencia, un 36 por ciento de las personas beneficiarias de su atención son menores. Del mismo modo, son las familias jóvenes y las madres con menores a cargo los colectivos que más demandan la ayuda de la institución, y experimentan las consecuencias de una mayor vulnerabilidad, según dicha Memoria. Además, en 2018, solo la Comunitat Valenciana tuvo a más de 4000 menores en acogimiento residencial.
Cáritas Diocesana de Valencia, que cuenta con un equipo especializado y comprometido creado específicamente para trabajar en este centro, quiere dar respuesta «a esta necesidad social, urgente y dolorosa, que es la situación de riesgo y desamparo en la que se encuentra un gran número de menores que por diversas circunstancias no tienen cubiertas sus necesidades más básicas, ni tienen posibilidades de alcanzar un desarrollo personal y social adecuado», según ha explicado en “Herrera en COPE” monseñor Arturo Ros, que ha estado en todo momento al frente de la puesta en marcha del centro.
Una entrevista entrañable
Carlos Herrera recordaba al inicio de la entrevista que el proyecto “no era una fantasía sino un sueño” para el obispo auxiliar de Valencia como él mismo señaló en “Paraula”, el periódico diocesano donde anunció hace tres semanas la apertura de este “hogar de hogares”, pionero en estas diócesis españolas.
De hecho la conversación se ha desarrollado en un ambiente de complicidad. Monseñor Ros se ha presentado ante Herrera como “aquí un fósforo más, y no es por decirlo ante tí”, en referencia a la popular sección de “Los fósforos” del programa de Herrera.
Los chavales a, “vienen de expedientes que a veces da vergüenza ajena leerlos de la auténtica pesadilla que han vivido”, ha subrayado monseñor Ros.
La casa “es una auténtica maravilla”, y la Consellería nos ha firmado para 30 plazas y “ojalá pudiera acoger a 50”, ha confesado el obispo auxiliar de Valencia, quien ha detallado que en las instalaciones "hay cuatro hogares para uno con seis plazas” en los que les acompaña un educador. “Ellos tienen que sentirse en su casa, como en su hogar”, ha resaltado.
Monseñor Ros ha resaltado que el origen de la iniciativa partió de hace varios años, “cuando iba a ver a centros de menores hace unos años salía herido, rebelde, diciéndome que 'no hay derecho a que no estén con una familia,a que no sean felices, entonces consulté con Cáritas diocesana”. Ya con el encargo dela rzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares, monseñor Ros se puso manos a la obra.
En la entrevista ha reconocido que lo peor ha sido la financiación. “Llevo mal, muy mal lo de financiarlo, la fundación Summa Humanitate colabora conmigo, me fui a llamar a puertas y en la mayoría me dijeron 'te llamaremos.. y aún estoy esperando. Es verdad que en el proceso de búsqueda he tenido muchos fracasos y muchos portazos en las narices y la frase que más me repetían es '' estás loco, ¿te la vas a jugar por esto?', y yo respondía 'estoy dispuesto' , ha precisado el obispo. Sin embargo, “con ayuda de la diócesis y de Cáritas diocesana se ha ido financiando hasta el momento”.
“Nos la jugábamos pero ha valido la pena, y no hay marcha atrás”, ha sentenciado el obispo Ros que ha precisado que “no quiero parar, primero hay que terminar de pagar lo que tenemos hecho y hacer más”.
De hecho, el proyecto es de acogida de menores y “cuando cumplen 18 años tienen que salir y apenas hay posibilidades hoy de inserción laboral” así que junto al convento hay anexo edificio que era la hospedería del propio convento y “queremos transformarlo en pisos de emancipación para acompañarlos en su orientación laboral o de formación”. Incluso, “hay un tercer paso que estamos pensando, para cuando lleguen a los 18: crear una cooperativa de trabajo para su inserción laboral”.
En definitiva, se trata de un intento de responder a una necesidad urgente, necesidad no psicológica sino del corazón: “que sean felices”.
En tono de humor, al final, le han preguntado entre Carlos Herrera y Goyo González si se siente de alguna manera padre de estas criaturas: “me siento padre y me he tenido que tomar por prescipción facultativa algunas cajas de Orfidal (se ríe). Si sale bien será para bien de todos, si sale mal el Papa lo mismo me reduce a diácono permanente (vuelve a reirse con gusto)”.
Carlos Herrera finalizó la entrevista confesándole al obispo Ros que “en nuestro correo usted ha concitado muchos fans”.
Cuenta corriente para ayudar a financiar el proyecto
El proyecto consiste en un centro de acogida residencial de menores en la localidad de Torrent, que impulse un modelo humanizador y totalmente innovador, sin dejar de aprovechar las buenas prácticas existentes en este sector y, sobre todo, la experiencia de Cáritas en el ámbito de los servicios sociales. Se trata de impulsar un modelo que pueda servir de referencia para otros centros en el futuro por su filosofía e impacto.
El centro está pensado como un hogar para estos menores, que ofrezca acogida y convivencia, alojamiento y manutención, apoyo educativo y atención integral personalizada, en un ambiente familiar, que sea fuente de oportunidades y esté proyectado a la integración social e incorporación laboral.
Para ayudar a financiar este proyecto, ha sido habilitada una cuenta corriente en Caixa Rural de Torrent con el siguiente número:
ES69-3118-2024-1627-20014644