REPORTAJE

La gratitud de los necesitados con las Madres de Desamparados: "nos alimentan 365 días al año"

Esta congregación de religiosas ha aumentado su esfuerzo para abastecer de comida a una fila de personas sin recursos que se ha multiplicado por la pandemia

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La congregación de religiosas Madres de Desamparados y San José de la Montaña ha aumentado el reparto de comida a las puertas de la iglesia de su Casa Generalicia en Valencia ante la “gran cantidad de personas sin recursos” que esperan turno cada día para recoger bolsas de alimentos. De las 30 personas que solían atender aproximadamente al inicio de la pandemia, ahora ya son más de 60 las que se acercan cada día a las 13 horas, llegando en ocasiones a las 80 personas. "Ahora vemos en la fila que no es solamente gente sin techo, son personas con un hogar que no tienen para comer", nos cuenta la madre Carmelina.

Las religiosas reparten desde hace 50 años bocadillos los 365 días al año, pero desde que comenzó la pandemia y ante la mayor afluencia de necesitados han recibido la ayuda del chef español José Andrés, a través de su ONG “World Central Kitchen” en colaboración con el Banco de Alimentos. De este modo pueden repartir además de sus bocadillos, un menú completo y elaborado cada día. Esta ayuda, según nos cuentan, vence este sábado día 30, y es que el proyecto del Banco de Alimentos de Valencia ha centralizado sus ayudas en el Estadio de Mestalla donde atiende a familias necesitadas. Ante esta situación, la madre Carmelina asegura que seguirán ayudando con su bocadillo diario con la ayuda de supermercados y lanza el mensaje de ayuda: "quien tenga un corazón generoso que quiera colaborar bienvenido será, cuanto más tengamos más ayudamos".

Una ayuda incondicional

La gratitud de los que acuden cada día a número 15 de la calle San José de la Montaña es total. Mientras otros centros de la zona cerraron en el punto álgido de la pandemia, las monjas de esta congregación no cesaron en su empeño de ayudar al desamparado, tal y como predica El Evangelio. Así lo agradece Juan Jesús, uno de los usuarios más veteranos: "son 365 días al año, no te dejan tirado ni en agosto, son todos los santos días". Asimismo, las Madres de Desamparados siguen repartiendo ropa. “Ahora, por el coronavirus, no estamos recogiendo, pero aún damos la que nos queda en el ropero de antes de la pandemia. Es lo único en lo que podemos ayudar”.

Un tiempo de reflexión y oración

Los dos meses y medio de encierro en esta congregación se han vivido, como no puede ser de otra manera, de una forma muy especial. "Estos tiempos difíciles nos están ayudando para encontrar de nuevo a Dios", nos confiesa madre Carmelina. Para ella y para el resto de monjas de esta congregación esta etapa tan dura les ha llevado a encontrarse con su ensencia "amparar a los necesitados ante las dificultades". Para ello también han redoblado su oración por la gente que está sufriendo y por las que han fallecido. La madre Carmelina piensa que esta pandemia en la que el silencio nos ha unido a Dios ha transmitido un mensaje a la sociedad: "Lo material no lo es todo, tenemos un espíritu y un alma que debemos cultivar".