Las campanas de Gandía seguirán sonando "como desde hace 500 años"
Dos vecinos pretendían silenciar el campanario de la Colegiata pese a que viven a varias calles de distancia.
Valencia - Publicado el - Actualizado
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Un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Valencia acaba de rechazar la petición de dos vecinos de Gandía para que cese el volteo de campanas en la Colegiata.
Una petición que se repite últimamente en algunas localidades aunque la inmensa mayoría de vecinos suele estar encantado con esa tradición inmemorial.
En el caso de Gandía se ha podido demostrar que se trata de una tradición arraigada, que vienen sonando desde hace ya 500 años, y que no genera problemas ni quejas generalizadas.
Isabel Santapau es la letrada municipal que ha llevado la defensa del caso. Y explica en Copela línea argumental de la defensa: "lo que hicimos fue demostrar que el reloj del campanario funciona desde el año 1500. Del Archivo Histórico Municipal pudimos obtener la justificación de la compra del reloj por parte de María Enríquez, duquesa de Gandía, abuela de San Francisco de Borja, y que fue la que encargó este reloj. Probamos que conforme al archivo histórico este reloj había sonado y marcado las horas desde tiempo inmemorial".
En realidad, estas denuncias, las más de las veces, esconden cierta animadversión a la iglesia católica. Solo así se explica que se denuncie un sonido que ya hace tiempo está amortiguado, que ya hace tiempo que no suena por las noches, precisamente para facilitar el descanso vecinal, y -atención- que se pida en la denuncia, no solo que cesen las campanas, sino toda la actividad del templo: "pidieron el cese del sonido de las campanas y la adopción de medidas correctoras, entre otras cosas, también el cese la actividad de la Colegiata".
La sentencia subraya de que la existencia de las campanas en el reloj es previa a la compra de la vivienda de los dos recurrentes (desde 1500 ni más ni menos) por lo que debían ser conscientes de la realidad preexistente.
Y encima se da la circunstancia de que estos dos vecinos no residen al lado del campanario, sino a tres calles del mismo. "Pudimos practicar la prueba de que el toque de campanas sí que se podía tolerar. El presidente de la Asociación del centro histórico y el que había sido Defensor del Ciudadano en el municipio de Gandía hicieron constar que no había habido denuncias y que no era algo molesto ya que los vecinos lo percibían como un sonido propio de la ciudad".
Se trata de un tema recurrente en el que finalmente la justicia suele dictar a favor del sonido histórico. Ya ha ocurrido, por ejemplo, en la parroquia de San Nicolás o en los Santos Juanes, en pleno centro de Valencia, en San José de la Montaña y hasta hubo polémica con el mismísimo Miguelete.
Y fuera de Valencia no se han librado de polémicas similares la citada Gandía, o las localidades alicantinas de Biar, Torrevieja, Vila Joiosa, Villena o Altea.