SANTA SEDE

El Papa da el primer paso para la beatificación de la valenciana que fundó las Franciscanas de la Inmaculada

Francisco firma el decreto de virtudes heroicas y declara "venerable" a Francisca Pascual Doménech, que nació y murió en Moncada (1833-1903).

Francisca de la Concepción Pascual

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El papa Francisco ha autorizado la promulgación del decreto de virtudes heroicas, -primer paso para la beatificación- de la valenciana Francisca de la Concepción Pascual Doménech, fundadora de la congregación de las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada, a la que también otorga desde ahora, en consecuencia, el título de “venerable”, según ha informado hace unas horas la Santa Sede.

Nacida el 13 de octubre de 1833 en la localidad de Moncada, donde falleció también el 26 de abril de 1903, el proceso diocesano de beatificación de Francisca Pascual se instruyó en la curia eclesiástica de Valencia entre 1989 y 1991, pasando desde entonces a la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos, en la Santa Sede con el fín de que, llegado el caso, pueda ser declarada beata y posteriormente santa.

La promulgación del decreto de virtudes heroicas es el primer paso en ese proceso hacia la beatificación, a la espera de que pueda confirmarse algún milagro atribuido a su intercesión, según ha precisado la delegación diocesana para las Causas de los Santos del Arzobispado de Valencia.

Una vida emprendedora de entrega a los más desfavorecidos

Francisca Pascual Doménech nació el 13 de octubre de 1833 en Moncada (Valencia) en el seno de una familia de agricultores de profundas convicciones religiosas, siendo bautizada el mismo día.

En 1860 inició su vida laboral, dedicándose a tareas domésticas y trabajando en una fábrica de seda. Para ello debía recorrer a pie cada día la distancia de 7 kilómetros que separa Moncada de Valencia.

En 1863 ingresó en el beaterio de Terciarias de San Francisco de Asís, en la calle Renglons de Valencia. En este beaterio, existente desde el siglo XIII, se dedicaban a una vida de penitencia y oración, bajo la guía del cercano convento franciscano. Allí adoptó el nombre de “Francisca de la Concepción”. El 19 de abril de 1871 realizó sus votos privados, y en 1876 fue elegida superiora del beaterio. Fue entonces cuando inició la reforma de dicha institución, con el fin de transformarla en una congregación dedicada a obras socio-caritativas. De ese modo nació la “Congregación de Terciarias Franciscanas de San Francisco de Asís y de la Inmaculada Concepción”, nombre que posteriormente se transformaría en el de “Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada”.

A partir de ese momento, esta institución experimentó un rápido crecimiento, que se tradujo en el ingreso de nuevas religiosas y en la fundación de numerosas obras sociales, dedicadas a la educación de niños (con atención especial a los ciegos y sordomudos), la protección de las jóvenes, y la asistencia a pobres, enfermos y ancianos: asumen en Gandia la gestión de la casa de beneficencia y un centro de protección de la mujer (1878); fundan un colegio en Valencia (1880), anexo a la casa general; un colegio, una beneficencia y un centro de protección de la mujer en Moncada (1880); un asilo de lactancia, una escuela nocturna para adultos y una escuela para niños en Valencia (1882); un colegio y un centro protector de la mujer en Alzira (1883); en el barrio valenciano del Cabañal, asumen la gestión de un colegio (1885), a instancias del Comandante de Marina; un hospital para mujeres y un asilo en Torrent (1885); un colegio para niñas ciegas en Valencia (1886); un centro de beneficencia y un colegio en Muro de Alcoy (1886); el primer colegio de sordomudos, en Valencia (1887); un colegio de párvulos y de adultos en el Grao (1889); un colegio para adultas en el Cabañal (1889); un colegio y un hospital para ancianos en Ayelo de Malferit (1889); un colegio de niñas y de párvulos en Pedralba (1891); un colegio para párvulos y para chicas jóvenes en Torrent (1894); en Lagunilla (Salamanca), un hospital, un asilo y un colegio (1895); en Coria (Cáceres), un colegio y un hospital (1896); un colegio y una casa asilo en Canals (1896); un colegio en Teruel (1898); un asilo y una escuela de párvulos en Énova (1899); un colegio de niñas y un hospital en Chelva (1899); en Ibi (Alicante), un asilo y un colegio (1901); un colegio y un asilo en Villar del Arzobispo (1902) y un colegio para sordomudos y ciegos en Barcelona (1903).

La Congregación de las Religiosas Terciarias Franciscanas de la Inmaculada Concepción ha irradiado su apostolado, además de España, en Portugal, Perú, Chile y la India.