Dos abuelos de Culleredo (A Coruña) construyen una casa para sus nietas durante el confinamiento

La ‘mansión’ de madera, con todo tipo de lujos, se ha hecho viral

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Ricardo y Mercedes son un matrimonio que tienen 81 y 74 años. Viven en Culleredo (A Coruña) y han pasado confinados, como todos, tres meses. Lo han hecho en una casa que tienen ellos a las afueras, en el monte. Son los abuelos de Judith y Miriam, dos niñas de 8 y 5 años que viven en León, y que esta semana han podido, por fin, abrazarlos tras esos tres meses de confinamiento y sin posibilidad de movernos entre provincias.

Pero lo que no podían imaginar ni Judith ni Miriam es que este reencuentro con sus abuelos venía con sorpresa, porque Ricardo y Mercedes habían estado construyendo -y esto es literal- durante todo el confinamiento, algo para ellas: Una casa. Una casa, en pequeñito. La historia, que se ha hecho viral, la contaba emocionado en Twitter otro de sus nietos, Israel, periodista de COPE:

UNA PEQUEÑA MANSIÓN CON TODO TIPO DE LUJOS

Tres meses le ha llevado a Ricardo levantar esta pequeña casa de madera para las dos niñas. Una mansión llena de color y de detalles, que tiene de todo: luz, suelo flotante para que no pasen frío, parqué, un jardín propio… y en el interior hay fotos, sus peluches favoritos o una litera para los muñecos hecha por su abuela Mercedes.

En el programa ‘La Tarde’ de COPE, Ricardo contaba hace unos días a la periodista Pilar Cisneros que se le ocurrió la idea “mirando el Internet”, como un detalle para sus nietas de León. En principio, intentaron hacer la casa con palés de madera, pero le pareció “poca cosa”, así que pidió que le fuesen trayendo tableros de madera para hacer una vivienda en condiciones que supusiese una “sorpresa muy especial” para las pequeñas.

También Mercedes aportó su granito de arena a la casa, y no ocultaba la alegría que supuso todo el proceso: “ya llorábamos de verlas”, relató, con “la ilusión que pensábamos” que tendrían las niñas cuando vieran el resultado. Así ,el confinamiento se les pasó volando.

El resultado fue todo un éxito. No hay más que ver la cara de las niñas cuando descubrieron su nueva casa en el reencuentro con sus abuelos. “me llevé una sorpresa cuando la vi”, dijo Judith, que no se la esperaba “para nada”. “Es preciosa, hasta tiene jardín delantero”, relataba, feliz, a Pilar Cisneros.