La Cruz de Lampedusa despierta las conciencias de los estudiantes en A Pobra do Caramiñal
Obra del carpintero italiano Francesco Tuccio, fue bendecida por el Papa Francisco para recordar a las 360 víctimas de un cayuco hundido frente a las costas de la isla italiana
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los alumnos del centro de Formación Profesional Divino Maestro de la localidad coruñesa de A Pobra do Caramiñal pudieron disfrutar esta semana de una cruz de madera muy especial.
Se trata de la conocida como Cruz de Lampedusa que, de casi 3 metros de alto, 1,5 de ancho y 60 kg. de peso, fue realizada tras el hundimiento de un cayuco frente a las costas de esta isla italiana el 3 de octubre de 2013.
Embarcación que transportaba a 500 inmigrantes, muchos de ellos refugiados que huían de guerras como la de Siria y de la que tan sólo pudieron ser rescatadas 155 personas, mientras que se calcula que otras 360 fallecieron.
La tragedia provocó una gran conmoción en la sociedad italiana y que el carpintero Francesco Tuccio compusiera esta cruz con maderas del propio naufragio para honrar y recordar a los fallecidos.
LA CRUZ, EN A POBRA
Fue en abril del 2014 cuando la fundación italiana Casa del Espíritu Santo y las Artes de Milán le mostró la cruz al Papa Francisco, quien la bendijo y les pidió a los enviados de la fundación que se encargase de que la cruz recorriese el mundo.
Y ese recorrido llevaba a la Cruz de Lampedusa hasta el centro pobrense de FP Divino Maestro para concienciar a sus alumnos del drama que supone la migración, con charlas explicativas donde se abordaron cuestiones como su origem, así como la necesidad de ofrecer respuestas solidarias y humanitarias a este drama humano.
Todo junto a actividades centradas en la migración y el derecho a tener una vida digna con independencia de la raza, religión o cultura.
Objetivos que persigue esta singular Cruz de Lampedusa que, tras A Pobra, continuará con su recorrido por todo el mundo para conmover las conciencias de quienes vemos la inmigración desde nuestras acomodadas sociedades como un problema lejano y que sólo afecta a quienes se ven forzados a abandonar sus lugares de origen para procurarse un mejor y más seguro futuro, para ellos y sus familias.