La decisión de una vecina de A Coruña sobre su negocio que promete cambiar su vida: "Una avalancha"

Celia López se jubila después de toda una vida tras el mostrador y ahora necesita tomar una decisión sobre lo que pasará a partir de ahora con su negocio

Paula Pájaro Rives

Santiago - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Celia López tiene 68 años: “Una edad prudente para irme”. Lo reconoce con cierta pena, pero también con aceptación, y es que toca abrir una nueva etapa en su vida. Después de trabajar toda la vida, ahora llega el momento de su jubilación. Pero, ¿Qué pasará con su negocio? A Celia la encontramos tras el mostrador de su tienda de telas en el barrio de Os Mallos, en la ciudad de A Coruña.

Ahora, eso sí, aunque sigue trabajando, otra tarea la mantiene ocupada: encontrar quién se haga cargo del negocio. “Se traspasa”. Dos palabras que no pueden resumir todo lo que significa para Celia este local. Su forma de vida hasta ahora y en los últimos 30 años: “Cuesta desprenderse de esto, pero ya es hora de pasar el testigo a gente más joven”.

En su caso, tienen hijos, pero ya están trabajando en otros ámbitos: “Necesitarían saber coser un poco… les resulta complicado y no quieren seguir por este camino”.

La decisión de una vecina de A Coruña sobre su negocio que promete cambiar su vida: Una avalancha

Nos explica que el local está bien situado, en una calle peatonal y el negocio da para vivir: “Han cerrado muchos, quedamos pocos en Coruña. Es un negocio muy surtido, hay tejidos de decoración, de confección…” Celia no solo venda telas, también hace arreglos y confecciona cortinas y visillos.

Echa la vista atrás y hace memoria. Entró en este negocio como asalariada y “la gente venía a mí. Tengo ese don. Me dicen que soluciono las cosas”. Después de irse la responsable, ella se quedó con el establecimiento.

VETE A CELIA

El boca a boca fue su mejor publicidad: “Tengo a clientes de toda la vida. No quieren que me jubile, incluso me pagan unas vacaciones para que me quede. Pero no puedo. Tengo salud, gracias a Dios, pero llega el momento de abrir otra etapa”. Además de estos clientes fieles, cuenta también con nuevos: “Juventud. Las madres que le dicen a sus hijos ‘Vete a Celia’”.

¿Qué suelen pedir los jóvenes? Pues Celia nos confiesa que de todo: arreglar los bajos de un pantalón, complementos para bodas o eventos… “Hacer un cojín, un mantel… cositas que necesitan para sus casas”. Celia se emociona al hablar de todos estos años: “Le quiero mucho a la gente. Me cuidan mucho, aunque también hubo problemas. Yo he cogido las crisis, la del 2008, la del 12 y la pandemia”.

Pero fue tras el confinamiento del covid donde notó el apoyo de su barrio: “Fue una avalancha. Tenía colas de esperarme una hora”.

La decisión de una vecina de A Coruña sobre su negocio que promete cambiar su vida: Una avalancha

Reconoce que cada vez son menos los negocios de proximidad: “Como sigan cerrando… quedamos sin nadie. Por eso yo no quiero cerrar. Tardaré un poco más o menos, pero el negocio seguirá abierto”. Y es que ya ha recibido llamadas de personas interesadas y Celia se quedará un tiempo para guiar a quien lo mantenga abierto, incluso presentándole a la clientela porque este negocio: “Da personalidad al barrio”.

BONO REMUDA DE LA XUNTA

Para evitar que haya negocios que cierren siendo viables, por falta de quien se pueda hacer cargo de ellos, la Xunta pone en marcha el "Bono remuda". Cuenta con dos líneas: la Línea 1-Bono remuda rural, para negocios situados en ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, a la que se destina 1 millón de euros; y la Línea 2-Bono remuda general, para negocios situados en ayuntamientos de 5.000 habitantes o más, para la que se reserva el otro medio millón.

La cuantía de la ayuda del Bono remuda se calcula en función del precio estipulado en el contrato de remuda del negocio, con un porcentaje de subvención del 75% en el caso de la línea 1 y del 70% en la línea 2. Se trata de una remuda mediante alquiler del local y/o medios productivos, el importe de la ayuda será el correspondiente a los primeros 18 meses de alquiler.

En el caso del Bono remuda rural, la intensidad de la ayuda se incrementará en un 10% cuando la persona que adquiere el negocio sea emigrante retornada, extranjera o empadronada en la misma localidad en la que se encuentre la actividad que se traspasa.

Además, en las dos líneas se aplicará un 5% de incremento si la persona que se hace cargo es mujer, menor de 30 años, con 52 años o más o si el negocio traspasado tiene más de 5 trabajadores. En total, la cuantía máxima subvencionable por remuda será de 30.000 euros. Sobre el plazo para la presentación de solicitudes, estará abierto desde mañana hasta el próximo 30 de octubre.

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