Los Carpinteros de Ribeira no quieren quedarse en el símbolo romántico de un oficio

Construyen barcos, en madera, de forma artesanal y con una huella de carbono de prácticamente cero.

Pero no sólo construyen pequeños barquitos de pesca o recreo, sino barcos grandes, de más de 20 metros de eslora. Podrían competir en el mercado de la construcción naval pero ya no hay demanda de su oficio. Ahora se opta por otros materiales en la construcción naval, como la fibra -mucho más contaminante y menos biodegradable.

Ellos son los Carpinteiros de Ribeira y patalean ante su ocaso. Lo tienen difícil pero siguen luchando, reivindican que se les encarguen embarcaciones desde la administración, seria una buena forma de apoyarlos...

Sin embargo, aunque hubiera más mercado, tendrían otras trabas que superar, como el relevo generacional. No queda gente. En toda Galicia son 15.

Ahora desde la Xunta trabajan para declarar BIC, Bien de Interés Cultural, a la Carpintería de Ribeira. Pero ellos no quieren convertirse en una anécdota, en una muestra de un patrimonio anticuado. Quieren competir en el mercado de la producción, como explica Ramón Collazo, el presidente de la Asociación de Carpintería en Madeira de Galicia.

Estas son algunas de las conclusiones expuestas en el Congreso de Carpintería de Ribeira celebrado este fin de semana en San Ciprián-Cervo (Lugo).