Investigadores de la UIB identifican una proteína que interviene en la recuperación de los ictus
La proteína PATJ desempeña un papel clave en la recuperación de las zonas del cerebro afectadas por un ictus o accidente cerebrovascular
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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El estudio liderado por el doctor Cristòfol Vives-Bauzà, del grupo de investigación en Neurobiología Celular, ha determinado la importancia de la proteína PATJ en la regeneración de la zona dañada del cerebro. La proteína PATJ desempeña un papel clave en la recuperación de las zonas del cerebro afectadas por un ictus o accidente cerebrovascular.
Este descubrimiento abre la puerta a acelerar la reparación del daño cerebral tras el ictus, dado que no se dispone todavía de ningún fármaco eficaz para tratar las lesiones cerebrales asociadas, tal y como explica Vives-Bauzà: "La importancia de la proteína PATJ recae en que se encarga de regular la formación de nuevos vasos sanguíneos en la región lesionada del cerebro después del ictus. Esto es esencial para volver a aportar oxígeno y nutrientes a la zona del cerebro que ha quedado dañada", ha afirmado.
2019
De acuerdo con los resultados del estudio publicado recientemente en la revista científica Cell Death Discovery, En estudios previos, los investigadores consiguieron identificar en 2019 el primer gen asociado al pronóstico funcional después del ictus, la PATJ. La investigación se realizó mediante aproximaciones genéticas basadas en análisis comparativos del genoma humano entre pacientes de ictus isquémico (aquel que se produce cuando hay un coágulo que obstruye un vaso sanguíneo del cerebro) que tuvieron una buena recuperación funcional con aquellos pacientes que sufrieron secuelas graves.
Desde entonces, los investigadores han ampliado su investigación a través de estudios funcionales para determinar la función del gen PATJ en el contexto de la regeneración de la lesión isquémica cerebral: "Estos resultados han permitido concretar el papel clave de esta proteína a la hora de regular la formación de nuevos vasos sanguíneos en la zona afectada, un proceso indispensable para regenerar la lesión cerebral", concluye Vives-Bauzà.