El Mallorca se harta de las instituciones
Robert Sarver no entiende la parálisis institucional en torno a la residencia de Son Bibiloni entre otras cuestiones
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
En el Mallorca han perdido la cuenta de los meses y en algunas cuestiones años que llevan intentando ponerse al día en sus instalaciones. Como viene contando Deportes Cope Mallorca el vaso de la paciencia del propietario del RCD Mallorca Robert Sarver parece estar a punto de rebosar, tan es así que empieza a planear otra vez el fantasma de la fuga de Son Moix ( un asunto recurrente con los diferentes propietarios que han pasado por el Mallorca, pero Sarver no es de los que bromea con estas cuestiones) y construcción de otro estadio fuera de Palma si no se desbloquea la situación.
No es algo nuevo para él, ya lo hizo en Phoenix donde el órdago con el Ayuntamiento de esta ciudad de Arizona sede de los Suns de la NBA fue al límite, por lo que estuvo a punto de llevarse la franquicia fuera de Phoenix. Finalmente consiguió un compromiso institucional para ayudarle a mejorar el Talking Stick Resort Arena. El dueño de los Suns anunciaba que todo estaba en orden hace ahora un año y medio.
Pues bien, en Mallorca la situación parece llevar un camino similar. El Mallorca espera respuesta del Ayuntamiento de Palma y el Consell de Mallorca en varios asuntos: el primero y que más está crispando a los propietarios del Mallorca y su CEO Maheta Molango es la tardanza del permiso para la construcción de la residencia de futbolistas en la ciudad deportiva, un pequeño complejo para 20 jugadores en el que los jugadores puedan vivir y que es prioritario para el Club.
La segunda cuestión pendiente es la licencia para la grada de Son Bibiloni que el Club tuvo que modificar por orden de la administración. La tercera y más espectacular en lo económico es la venta del solar del Luis Sitjar. Los propietarios del Mallorca quieren olvidarse de todo lo relacionado con el Sitjar después de haber llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento hace ya un año sobre el precio de venta. Sarver no regatea, no quiere más dinero, quiere desligarse de sus obligaciones allí e invertir en Son Moix, no ve como su problema que el resto de copropietarios (particulares) no lleguen a un acuerdo con el Ayuntamiento de Palma para la venta del solar. De hecho lo que pretende Sarver es convertir algún día Son Moix en un campo de fútbol, como ha hecho la Real Sociedad con Anoeta.
El Mallorca para afrontar la reforma de Son Moix no ha pedido un euro público, pero pide que no le pongan trabas para poder mejorar el estadio. En definitiva, el que espera desespera, y Sarver parece desesperarse ya.