Monseñor Sebastià Taltavull: "la persecución hoy tiene formas muy diversas y sutil"

Con una misa concelebrada en la Catedral, la ciudad de Palma puso punto y final a los actos de celebración entorno a su patrón, San Sebastián. Una celebración que no estaba incluida en el programa de fiestas editado por el Ayuntamiento de Palma.

El obispo de Mallorca, Monseñor Sebastià Taltavull, presidió la eucaristía y aprovechó la homilía en la Seu para recriminar al Ayuntamiento de Palma que olvidara el origen religioso de la celebración en el programa institucional. Reivindicó que la celebracion cristiana sea un punto de encuentro y sea reconocida como parte integrante de la fiesta. Recordó el obispo que esta fiesta habla de nuestra historia común, nuestros orígenes. Además se refirió a la situación que viven los cristianos en general y dijo que  no viene de nuevo que "como a Sant Sebastià se nos calumnie, se nos insulte y se nos excluya, como en otros sitios, con la palabra directa, con la indiferencia o desde el anonimato, se nos persiga.  La persecución hoy tiene formas muy diversas y sutiles", 

Monseñor  destacó cómo los cristianos, abiertos a tantas manifestaciones culturales, "quieren vivir con fidelidad lo que es identitario de esta fiesta", lo que significa, en primer lugar, "el reconocimiento de lo que sucedió históricamente, también la contemplación solidaria de una realidad de sufrimiento personal y penuria colectiva".

El obispo recordó  que la celebración cristiana en la Catedral constituye un punto de encuentro, y que le gusatría que  "fuera reconocida como parte integrante de la fiesta para que nadie se sintiera excluido a la hora de sentirse valorado por el bien que puede aportar en nuestra ciudad". El camino para lograrlo, "el diálogo constante, superando malentendidos, prejuicios e ignorancia": "Los cristianos estamos para colaborar aportando a nuestra ciudad una mejor calidad de vida humana, espiritual y social". 

En la homilía Monseñor Taltavull señaló "no nos tenemos que avergonzar nunca de decir quienes somos ni dejar de explicar las motivaciones de nuestras actuaciones por el bien de los otros y de la ciudad. Estamos para edificar la ciudad juntos, con conciencia de pueblo y manteniéndola mediante  la corresponsabilidad que la hace sostenible y que nos hermana".

PATRÓN DE PALMA DESDE 1595

Desde los primeros siglos, justo después de las persecuciones, la Iglesia venera a san Sebastián y siempre lo ha tenido como referente importante para la vida de los cristianos y de los pueblos. En la ciudad de Palma, fue invocado especialmente cuando el pueblo es atacado por la epidemia de la peste. En 1595, San Sebastián es venerado como Patrón de la Ciudad y en 1634, sustituirá al antiguo Patrón, el Ángel Custodio, que también lo era de la Ciudad y del Reino de Mallorca.