Cáritas ha atendido 6.852 nuevas personas en las Islas Baleares durante los meses de la pandemia

Cáritas diocesanas de Mallorca, Menorca e Ibiza y Formentera han destinado 1.270.801 euros a ayudas directas

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

6 min lectura

Estos días se cumple un año de la declaración del estado de alarma en todo el país, decretado por el Gobierno Central con motivo de la Covidi-19. Un año de emergencia donde las condiciones de vida de muchas familias ha empeorado y donde la red de recursos de acogida y de asistencia de Cáritas ha intensificado y ampliado para dar respuesta a la situación de exclusión que muchas personas y familias sufren.

En las Islas Baleares las Cáritas de Ibiza y Formentera, Menorca y Mallorca se han adaptado a la realidad del confinamiento y al incremento inmediato que se produjo desde las primeras semanas de la pandemia, de gran demanda de ayuda. Esta demanda ha llegado a una subida del 55% en los tres primeros meses del inicio de la pandemia, un aumento que ha supuesto que 6.852 personas han sido nuevos demandantes de ayuda a Cáritas hasta diciembre.

La respuesta por parte de Cáritas Regional a las necesidades sociales que se producían durante el año 2020 y que continúa en aquet inicio de 2021 se han centrado en tres aspectos:

• El apoyo y acompañamiento a las familias que ya se atendían, las que han agravado su situación social y de exclusión.

• Nuevas familias que nunca habían sido atendidas por Cáritas.

• Reorganización e incremento del personal contratado y del voluntariado para continuar atendiendo a las personas que acuden a Cáritas.

Durante el primer período, cuando se decretó el confinamiento, las Cáritas insulares se adaptaron a la nueva situación para mantener el acompañamiento que se hacía hasta ese momento. Se suspendieron actividades y dinámicas grupales, talleres de formación, cuidados parroquiales, entre otras actividades, y sustituirlas por un acompañamiento a distancia vía telefónica o a través de dispositivos digitales. Las ayudas básicas se mantuvieron, cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas, intensificando la campaña # CàritasNoTanca.

La movilización social en nuestras islas de Menorca, Ibiza y Formentera, y Mallorca, a favor de la tarea de acompañamiento a personas vulnerables por parte de Cáritas, ha sido muy importante e intensa. Una corriente de solidaridad se inició con la puesta en marcha de la campaña "Cáritas ante el Coronavirus" y que se ha mantenido desde el mes de marzo con la colaboración de 2.154 donantes que han aportado un total de 1.471.000 de euros (datos hasta el mes de diciembre 2020). De este total una parte procede de los 1.840 donantes particulares y 303 de empresas e instituciones que han confiado con Cáritas para continuar estando cerca de las personas más desfavorecidas.

En este año 2020 las Cáritas de Mallorca, Menorca e Ibiza han distribuido sus recursos en diferentes partidas:

• 1.270.801 euros destinadas a ayudas directas para las familias que acompaña Cáritas y cubrir las necesidades más urgentes y básicas como alimentos e higiene, gastos de vivienda y suministros.

• 24.624 euros por la compra de material sanitario y de protección que se ha distribuido a las personas atendidas así como al personal propio de Cáritas. Hay que decir que se ha podido reducir gastos en esta área gracias a la donación de material por parte de instituciones y empresas.

• 84.887 euros destinado al refuerzo de personal de las 3 diocesanas por la avalancha de demandas en un primer momento y el recorte de personal voluntario.

• 10.131 euros de apoyo a la infancia un capítulo donde se ha dado respuesta a las necesidades especiales de familias con niños y adolescentes, en este caso cubrir demandas esenciales, y otros que surgieron como el apoyo escolar a distancia o el acceso a internet.

• 100.000 euros destinados a la acción internacional, en este caso se apoyó a 3 proyectos que tuvieron relación con medidas preventivas relacionadas con la higiene para combatir la transmisión del virus.

De los datos recogidos, para dar cuenta de los efectos de la Covidien entre la población atendida por Cáritas, se destacan tres factores importantes que agudizan la situación de desigualdad entre las personas que sufren pobreza y exclusión en nuestras Islas:

La brecha digital fue un factor clave de exclusión durante el periodo de confinamiento y posteriormente por las familias con niños que tuvieron muchas dificultades para terminar el curso

La soledad, el aislamiento físico fue otra factor de desprotección por el colectivo de personas mayores sobre todo a la hora de dar asistencia a personas que necesitan de un seguimiento y control más importante.

El miedo a quedarse sin hogar ha sido una de las constantes para muchas de las familias atendidas por las Cáritas de las Islas. La falta de ingresos y el no poder pagar el alquiler de un piso o una habitación así como los suministros, ha sido una de las angustias que más han sufrido las familias que han venido por primera vez a Cáritas, así como de aquellas personas que ya eran atendidas por Cáritas.

Por razones de seguridad sanitaria el número de voluntarios disponibles se redujo drásticamente ya desde un primer momento para que parte importante de este colectivo estaba en la franja de mayores de 65 años, y por lo tanto era un grupo de riesgo ante el virus. Esta reducción fue de un 70%.

Por su parte las personas que han podido continuar desarrollando su labor de voluntariado han tenido que adaptarse a las nueva realidad y ha supuesto, para muchas de ellas, el cambio de actividad que desarrollaban hasta el momento. La buena noticia es la incorporación de 201 nuevos voluntarios / as, un 23% más, en las diferentes áreas de las tres Cáritas diocesanas.

La vuelta de actividades como la atención parroquial o actividades de formación o grupales con todas las medidas higiénicas establecidas, ha supuesto el retorno de la mayoría del voluntariado.

Agradecimiento. campaña GRACIAS

Desde las Cáritas de Ibiza, Menorca y Mallorca queremos dar las gracias en primer lugar a los voluntarios que han podido continuar su labor de apoyo desde las parroquias o desde otros espacios, ya los que por razones de seguridad sanitaria no han podido estar en primera línea pero que estaban dispuestos a continuar con el trabajo de atención a la población más vulnerable. Y también a los nuevos voluntarios y voluntarias.

A los profesionales de Cáritas que han estado trabajando de forma incondicional y en jornadas intensas para intentar dar respuesta a la avalancha de demandas que llegaban día a día.

A los donantes particulares, empresas y administraciones que han querido colaborar con Cáritas en esta situación de emergencia como también a las parroquias, centros diocesanos, congregaciones religiosas y al conjunto de los organismos de las iglesias diocesanas que han puesto a disposición los recursos necesarios.

Y a la población en general para apoyar y confianza en el trabajo que desarrolla Cáritas.

Hay que recordar que la situación de emergencia continúa y la necesidad de apoyar alargará por un largo tiempo.