Así se celebra en los balcones de La Rioja la Feria de Abril
Arnedo en La Rioja celebra su particular Feria de Abril en los balcones
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Calle Francisco de Quevedo en Arnedo (La Rioja), las ventanas se llenan de vecinos. La temática es la Feria de Abril y entre balcones, improvisadas casetas de feria, suenan sevillanas. Con trajes para la ocasión y decoraciones hechas con elementos caseros. Abanicos, lunares y caportes, entre otros, ponen los colores vivos en esta cita que rompe el aburrimiento y ayuda a sobrellevar el confinamiento en casa por el coronavirus.
Es la peculiar Feria de Abril, según recoge la televisión local Arnedo TV:
Así estos vecinos de la calle Francisco de Quevedo celebran su particular Feria de Abril sin saltarse el confinamiento y con un toque de color para un abril que por desgracia, esta siendo bastante difícil.
LA PAREJA QUE APLAZÓ SU BODA Y SE CASÓ EN EL BALCÓN
El sábado 4 de abril, en Arnedo, Deborah Gurrea y José López que decidieron aplazar la fecha de su boda por el coronavirus se dieron el 'sí quiero' en una boda simbólica que se ofició en la terraza de su vivienda. El enlace fue sorpresa, preparado por sus amigos que trataron así de resarcir a esta pareja de novios confinados en casa y que ese mismo día tenían previsto casarse.
La novia, Deborah, explicaba que ni él ni su novio sabían nada de lo que iba a ocurrir, por lo que fueron sorprendidos por algo "realmente bonito". La boda simbólica celebrada incluso contó con la participación del alcalde de Arnedo, Javier García, que procedió a oficiar el enlace, "os voy a casar, aunque esto no vale", apuntaba el primer edil.
Eran las doce en punto de aquel sábado, dos vehículos de Protección Civil de la localidad enfilaron hacia el domicilio de los jóvenes con la música nupcial sonando por sus altavoces. Muchos de los vecinos de Arnedo, conocedores de la iniciativa, salieron entonces a sus balcones, incluso muchos de ellos con carteles alusivos a la boda.
Tras escuchar el ruido de la calle, la pareja salió a su terraza, y una de las voluntarias de Protección Civil les espetó desde la calle: "¿Qué, pensabais, que no ibais a tener boda?", palabras que emocionaron a Deborah. A continuación, les indicaron para que fueran a la puerta de su domicilio, donde previamente habían depositado ropa blanca informal para que se vistieran ambos de novios con el fin de celebrar la ceremonia.
Entonces tomó la palabra el alcalde, que les recordó que ese día se iban a casar y que "el coronavirus no va a impedir la boda". Tras decir el "sí quiero" por parte de ambos, los jóvenes se besaron y bailaron un vals entre aplausos.