Pautas para aliviar el bruxismo

Expertos de toda España señalan que la fisioterapia ayuda a restaurar el movimiento muscular y contribuye a reducir el dolor en casos de bruxismo

Pautas para aliviar el bruxismo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Colegio Oficial de Fisioterapeutas de La Rioja dedica su videoconsejo del mes de julio a una dolencia cada vez más extendida entre la población debido al estrés y la ansiedad: el bruxismo.

El bruxismo es un trastorno que consiste en apretar y rechinar los dientes de forma involuntaria y regular, tanto a lo largo del día como durante la noche, lo que puede causar daños en los dientes, desgaste del esmalte, dolores musculares en la zona de la mandíbula e incluso dolores frecuentes de cabeza.

Pautas para aliviar el bruxismo

La fisioterapia trata el dolor de la mandíbula, la articulación y toda la musculatura relacionada para restaurar el movimiento y contribuir eficazmente a reducir el dolor, según se explica en el videoconsejo de la campaña ‘12 meses, 12 consejos de salud’, que el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de La Rioja realiza junto a los Colegios Profesionales de Fisioterapeutas de Cataluña, País Vasco, Navarra, Galicia, Comunidad Valenciana, Cantabria, Madrid y Aragón.

El bruxismo está desencadenado, básicamente, por factores psicosociales ya que vivimos en una sociedad con un alto porcentaje de estrés y ansiedad. Además del desgaste de los dientes, también puede generar marcas en los labios por apretar con los dientes y en la zona de la mejilla, dolor en la articulación temporomandibular (ATM), en la zona superior de la mandíbula, cercana al oído, o hipertrofia del músculo masetero, en el área del moflete.

La acción de los fisioterapeutas interviene en todas estas áreas en la cabeza del paciente. Además, toda la región mandibular está conectada con la columna cervical, por lo que los fisioterapeutas también tratan esta zona una vez valorados los síntomas.

Los fisioterapeutas riojanos aconsejan una serie de pautas básicas para aliviar este trastorno involuntario que se genera en el cerebro como un estímulo automatizado, al igual que caminar o respirar:

Vigila dónde colocas la lengua cuando estás en reposo. Debería estar apoyada en el paladar superior detrás de los dientes.

Evita que los incisivos superiores e inferiores estén en contacto.

Revisa cuánto abres la boca. Lo normal sería que cupieran unos tres dedos entre los incisivos de arriba y los de abajo.

Un ejercicio sencillo para relajar esta región es mantener la presión con los dedos en el musculo masetero a la vez que abrimos un poco la boca. Posteriormente quitamos la presión para cerrar la boca y repetimos sin generar dolor.