Fallece el cardenal riojano Eduardo Martínez Somalo, excamarlengo de la Iglesia Católica

El funeral se celebrará en Baños de Río Tobía. El 5 de abril de 1993 fue nombrado por Juan Pablo II Camarlengo de la Iglesia Católica en sustitución del cardenal Sebastiano Baggio

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El cardenal riojano y excamarlengo de la Iglesia Católica, Eduardo Martínez Somalo, ha fallecido a los 94 años de edad este martes en Roma, según han confirmado fuentes de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Martínez Somalo, nacido en Baños de Río Tobía en 1927, fue camarlengo de la Iglesia Católica entre 1993 y 2007, al cumplir 80 años. El cuerpo del purpurado será trasladado a su localidad natal, Baños de Río Tobía, donde se celebrará el funeral.

Fue cardenal camarlengo entre 1993 y 2007. Martínez Somalo cursó sus estudios en Teología y Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, y fue también doctor en derecho canónico por la Pontificia Universidad Lateranense.

Precisamente, fue ordenado sacerdote en Roma, el 19 de marzo de 1950, entrando al servicio diplomático de la Santa Sede, donde ocupó los cargos de responsable de la sección española de la Secretaría de Estado, nuncio apostólico en Colombia y sustituto de la Secretaría de Estado.

En mayo de 1988 Martínez Somalo cesó en sus funciones como sustituto de la Secretaría de Estado, y un mes más tarde fue nombrado cardenal por el papa Juan Pablo II, junto con otros 23 purpurados. El 21 de enero del año 1992, el Pontífice lo nombró prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

El 5 de abril de 1993 fue nombrado por Juan Pablo II Camarlengo de la Iglesia Católica en sustitución del cardenal Sebastiano Baggio, quien había fallecido quince días antes. Presentó su renuncia tras cumplir 80 años, y el 4 de abril de 2007 el papa Benedicto XVI designó al Cardenal Bertone como nuevo Camarlengo. Como cardenal camarlengo le correspondió ejercer las especiales funciones reservadas a este cargo durante la sede vacante a la muerte de Juan Pablo II.