Los vecinos de Logroño se solidarizan mayoritariamente con los transportistas

Un centenar de camiones ha recorrido, en una nueva marcha lenta, varias calles del centro de Logroño en protesta por el desorbitado precio de los carburantes. La cabecera llegaba a la Gran Vía a las once menos veinte de la mañana tras acceder a la capital riojana por Avenida de Burgos y la calle Murrieta.

A lo largo de todo el recorrido por el casco urbano de Logroño, gran despliegue de la Policía Nacional y Local para agilizar el tráfico en la medida de lo posible y, en todo momento, el aplauso generalizado de los ciudadanos, apoyando la protesta de los transportistas.

En la Gran Vía, un jubilado nos decía no entender por qué el Gobierno no se reúne con la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, que es la que ha convocado la huelga. Para otro ciudadano, la culpa de lo que está ocurriendo es del Gobierno.

Ya en El Espolón, un chófer aplaudía a sus compañeros a pié de calle y nos decía: “menos mal que me quedan días para jubilarme”.

Por otra parte, un ciudadano extranjero que lleva años viviendo en España calificaba como "muy justa" la protesta, lamentando que se nos haya olvidado tan pronto el papel que jugaron los camioneros cuando comenzó la pandemia del COVID.

Siguiendo el recorrido de los camioneros por el centro de Logroño, hemos encontrado a una mujer, en Muro de Cervantes, convencida de que el problema "nos afecta a todos".

A partir de este punto, la marcha ha ido por Avenida de la Paz hasta salir, de nuevo, a la circunvalación. El sonido de los cláxones ha retumbado las calles del centro de la capital riojana durante las dos horas de recorrido en esta marcha, que, según la Policía Local y Guardia Civil, ha transcurrido sin incidentes.

Algunos manifestantes llevaban en sus camiones banderas de España y La Rioja y carteles con frases como "Más ayudas para el que trabaja y menos al vago" y "Profesionales del transporte en defensa de nuestros derechos", entre otras.