HISTORIA DE PAMPLONA

¿De quién es el rostro del Monumento a los Fueros?

Conoce la historia de la joven que hizo de modelo para el Monumento a los Fueros

Alberto Sanz

Pamplona - Publicado el - Actualizado

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Rosa Oteiza es la mujer que sirvió de modelo para la construcción del Monumento a los Fueros, ubicado -que no inaugurado- en el paseo de Sarasate desde el 7 de abril de 1903. La estatua mide cinco metros y medio de altura y pesa cinco toneladas.

¿QUIÉN FUE ROSA OTEIZA?

Más Secretos de Pamplona incluye catorce breves biografías sobre destacadas personalidades de la historia de Pamplona, como Pompeyo, Carlos III, el obispo Barbazán, Víctor Eusa o Miguel Javier Urmeneta.

Y también de otras personas quizá menos relevantes, pero con historias muy curiosas que han llamado mi atención. Una de ellas es Rosa Oteiza.

Rosa es la mujer que sirvió de modelo para la construcción del Monumento a los Fueros, ubicado -que no inaugurado- en el paseo de Sarasate desde el 7 de abril de 1903. La estatua mide cinco metros y medio de altura y pesa cinco toneladas.

El monumento se pagó por cuestación popular, como símbolo de la reacción de la sociedad pamplonesa y navarra en defensa de sus Fueros frente al intento del ministro de Hacienda, Germán Gamazo, de suprimir el régimen fiscal foral de Navarra.

El periodista Fernando Pérez Ollo la define como “una mujer con mucho carácter, discreta y muy celosa de sus secretos”. Ya también “una protagonista injustamente olvidada y nunca reconocida, ni en vida ni tampoco posteriormente”.

Rosa Oteiza nació en la calle Antón el 13 de agosto de 1883 en el seno de una familia muy humilde. Su padre era, Miguel Oteiza, de Allo; y su madre, Francisca Armona, de Urroz.

Su padre murió muy joven, tres días después de nacer su última hija, que era la sexta. Rosa era la segunda, pero su hermano mayor falleció siendo un bebé.

A Rosa le tocó ejercer de hermana mayor de una familia numerosa. Y a su madre, trabajar como portera en las escuelas de Compañía.

Tenía 19 años cuando prestó su imagen para la escultura del Monumento a los Fueros, obras de los hermanos Manuel y José Martínez de Ubago.

Por aquel entonces, a pesar de su juventud, Rosa tenía ya dos hijos –José María y Julio-, fruto de su relación extramatrimonial con José Martínez de Ubago. Luego tendría otro más (no está claro si también con él).

Rosa era una mujer de extraordinaria belleza y la relación, imposible en la Pamplona de entonces, muy tradicional y muy clasista.

Cuando Rosa tenía 25 años (1908) José iba a casarse en Zaragoza con una mujer de su posición social y Rosa -dicen algunos- lo impidió al presentarse en la iglesia con los hijos de ambos.

José se trasladó a San Sebastián, donde llegó a ser alcalde (1935-36), se casó con su secretaria y tuvo otros cinco hijos. De los otros tres, fruto de su relación con Rosa, se desentendió aunque se hizo cargo de su manutención.

Rosa se casó en 1918 -35 años- con el pamplonés José Julián Ozcoidi. Se trasladó después a Rentería, donde ejerció como comadrona durante diez años.

El 17 de octubre de 1970 murió en Pamplona, a los 87 años, llevándose consigo todos sus secretos.

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