BASURA MARÍTIMA
Mater, ecobarco vasco: "El plástico nunca desaparece, está en el aire que respiramos"
La embarcación recoge en 20 días 5.000 residuos de plásticos en la costa gipuzkoana
Vitoria - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
Concienciar sobre el impacto medioambiental y para nuestra salud que suponen los plásticos y llegar al residuo cero. Es el propósito de Mater, el ecobarco museo que recorre desde el pasado 4 de julio la costa guipuzcoana para retirar la basura marítima y ofrecer un diagnóstico del problema. La labor es prolija, en 20 días han retirado 5.000 residuos plásticos.
En COPE Euskadi hablamos con Markel Elizalde, responsable de comunicación del barco ahora amarrado en el último puerto de la travesía limpiadora, Getaria. En el marco de la campaña que se extenderá hasta el viernes llamada "Zero Zabor Uretan" nos explica que "fundamentalmente" pescan "microplásticos".
¿Cómo? A través de una "malla muy fina y tupida que filtra el agua y permite recabar datos para dimensionar el problema que tenemos en el Cantábrico y que es mundial".
Los último datos del puerto de Getaria arrojan un balance "impresionante": "más de 435 elementos de basuras marinas, colillas en primer lugar, 222, seguidas de envoltorios de chucherías o patatas y otros".
¿Cómo llega la basura al mar?
Markel señala que la basura llegan al mar porque se deja en la playa, pero también porque "hay muchos bares a pie de puerto sin protecciones para que el viento o la inercia de la calle" haga que caiga al agua. El viento o la lluvia son los principales arrastradores, apunta.
"El mejor residuo es el que no se genera", advierte el responsable de comunicación de la embarción. "No es una cuestión de gestionar bien los residuos, se trata de no generarlos".
Markel lamenta que "el impacto a la larga es impresionante". "El plástico nunca desaparece, se degrada hasta generar plásticos más pequeños".
Y pone un ejemplo, "de un cabo de pesca saldrán miles de millones de nanoplásticos, no los veremos pero estarán ahí".
También alerta sobre los aditivos que componen los plásticos y que "acabarán en nuestro cuerpo y nuestro sistema hormonal". No solo porque nos comamos peces que los hayan ingerido, según detalla ingerimos a la semana 5 gramos de plástico, "a través de partículas que nos son invisibles y que están en el aire que respiramos y en el agua que bebemos".