El nacionalismo vasco arrincona a un constitucionalismo debilitado tras las elecciones

De los 75 asientos disponibles en el Parlamento con sede en Vitoria, 53 serán ocupados por las formaciones nacionalistas

El nacionalismo vasco arrincona a un constitucionalismo devilitado tras las elecciones

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El nacionalismo reafirma su poder en el País Vasco. De los 75 asientos disponibles en el Parlamento con sede en Vitoria, 53 serán ocupados por las formaciones nacionalistas. Se trata de PNV, con 31 escaños, y EH Bildu, con 22 escaños.

Los partidos constitucionalistas se reparten apenas 15 plazas, ya que Podemos, partidario del derecho a decidir también se hunde, obteniendo 6 asientos. En este aspecto, la sorpresa de la noche electoral la daba Vox, a pesar de lo que vaticinaban las encuestas, el partido contará con la presencia de su diputada por Álava; Amaia Martínez Grisaleña.

Las fuerzas nacionalistas se consagran a dominar un hemiciclo vasco cuando en verdad, la sociedad tiende a ser cada vez menos independentista. Según el Sociómeto del Gobierno vasco, el 23 por ciento de los ciudadanos se decanta por dejar de ser españoles. Esto es posible por el cambio del discurso de Urkullu, que ha pasado a ser más moderado. Lo ha conseguido por lograr que su partido se entendido como un partido de pura gestión. Por consiguiente, es más atractivo para aquellos votantes moderados no nacionalistas.

El resultado obtenido en las urnas le brindan la posibilidad de mantener su pacto con los socialistas para formar gobierno. Sumando ambos escaños, los 41 asientos les permitirían sobrepasar la mayoría absoluta -38 escaños-. Urkullu se convierte así en el responsable de crear una hegemonía incontestable en el País Vasco. Con la de hoy, son tres las elecciones en las que el candidato ha ganado, esta vez, a diferencia de las anteriores, con una cómoda mayoría absoluta, de la mano del PSE.