Un psicólogo revela el error que cometen los estudiantes antes de presentarse a la EBAU

La EBAU, antiguamente conocida como la Selectividad, es uno de esos momentos complejos para los adolescentes. Las horas de estudio se multiplican y con ellas los nervios, los miedos...No aprobar, o no llegar a la nota de corte de una determinada carrera llegan a obsesionar a los chavales.

El inicio del mes de junio está ahí y el proceso de estudio va a llegando a su punto clave. Obviamente, el trabajo lo tienen que hacer los estudiantes, pero hay trucos para que los adultos pongan su granito de arena para evitar que los chicos colapsen ante una prueba educativa exigente.

Apoyarles en este 'trance' es una de las recomendaciones del psicólogo y educador Javier De Haro. Saber que lo están pasando mal y no quitarle importancia es fundamental. Hay que hacer trabajo en equipo.

Algunas pautas para casa

Es una obviedad que cuanto más preparados vayan a nivel de estudios les debe ir mejor, pero es un momento estudiantil en el que el estado de ánimo y de descanso es también parte de un engranaje para que todo salga cómo lo tienen preparado.

Ayudar a estudiar no es sencillo, pero los padres pueden colaborar con sus hijos propiciando un entorno libre de miedos y estrés. Ayudarles y animarles a desconectar es crucial, porque para superar los tres días de exámenes es vital llegar descansados. "Tener sueño puede restar capacidades a la hora de afrontar las pruebas.

Cuanto más concentrados estén mejor, porque el sueño afecta directamente a la memoria", explica De Haro. Todo el mundo que pasa por una prueba similar sabe del esfuerzo en los últimos días, pero él aconseja "Mejor estudio de calidad que muchas horas sin sentido".

Acompañarles en esos descansos y preguntarles por sus inquietudes sin meter un exceso de presión puede ayudar también a que el adolescente se sienta más seguro de sus capacidades.

Algunos trucos para estudiar

Obviamente, a una semana de los exámenes ya es imposible cambiar por completo el método de estudio, pero para el futuro o quienes la vayan a hacer en julio, hay pequeños trucos que pueden funcionar. "Siempre les digo que estudien para comprender y no para memorizar y comparo el estudio con un plato de pasta. Cuanto más mimo le dedicas y más ingredientes le echas, mejor te va a salir". Por tanto, ese sería el error en el que incurren. Memorizar sin centrarse en entender lo que están estudiando.

Hay momentos en los que el agobio llega cuando están estudiando y en ese caso, recomienda procesos mecánicos. "Copiar, resumir, hacer esquema o subrayar". Grabarse y escucharse es otro método que puede ayudar a una mayor comprensión de los textos. El psicólogo y educador confirma que no hay una receta mágica porque cada cual tiene sus estrategias a la hora de intentar superar los exámenes.

Eso sí, los ratos de desconexión que pide De Haro no pueden ser de cualquier modo o servirán de nada. "Sin pantallas y móviles cundirán más. Refugiarse en las redes sociales no es una solución para el estrés. Salir a la calle y tomar el aire pueden suponer una gran vía para cargar las pilas y poder afrontar un nuevo rato de estudio".