El misterio de san José: el corazón de un padre

La Navidad es siempre un tiempo especial. Es el momento en el que celebramos el acontecimiento más importante de la historia, y pocas veces, lo vemos desde la mirada de uno de sus protagonistas: José. Este 2020 el Papa Francisco ha convocado un año especial dedicado a San José, para conmemorar el 150 aniversario de la declaración de san José como patrón de la Iglesia Universal.

Además nos regala en estas fechas la Carta apostólica Patris Corde (Con corazón de padre), una preciosa mirada sobre la figura de San José. Guadalupe García, madre de cinco hijos que contempla la realidad de cada uno desde su blog 'Canta y camina' de religionenlibertad.com analiza esta figura en estos momentos tan especiales.

Guadalupe García asegura que "casi nunca pensamos en san José. Es una persona tan discreta que pasa desaparecibida. San José enseñó a san Jose a andar a rezar a trabajar y le enseñó sus propias cualidades como hombre. Podremos verle en la forma de hablar de Jesús ya que eso lo aprendió de san José. El padre en la tierra de Jesús fue José asi que todo lo que sabe sobre los padres lo aprendio de su padre José".

"San José era un hombre normal y coriente", cuenta la redactora, "y por eso las cosas de Jesús extrañaban a todo el mundo. Igual que muchos matrimonios actualmente, la vida a veces no le gustaba, pero como era un hombre de fe, se fio de Dios contra toda lógica. En medio de la angustia, del miedo y de la incertidumbre. Seguro que estaba triste cuando llegó a Belén y no encontraba alojamiento".

Reflexionando sobre la figura de este santo, cuenta que "Dios tiene una perspectiva más grande y cuando la vida no le gusta, coge el toro por los cuernos y actúa. Protagoniza las circunstancias que le tocan vivir y hace lo que está en su mano, siempre confiando en Dios. Él acepta esas dificultades y pone su confianza en Dios. Esto es tan cercano para todas las familias hoy en día. Yo en José veo a un santo de la puerta de al lado. Pensamos en un santazo pero es que el era el vecino, el carpintero..."

"En Egipto es donde mas nos podemos identificar. Es extranjero, pobre tiene que buscarse un trabajo... pero ahí es donde desarrolla el ser padre de familia. Amó a María y a Jesús y por eso es tan fácil identificarse con él. Precisamente por su normalidad. Le tocó vivir una serie de cosas muy especiales, pero educó tan bien a Jesús porque sabía que un padre si ama a su hijo le enseña y le educa para que sea responsable de su propia mano. Es un ejemplo para todos los padres. Si somos cristianos tenemos que ser un puente entre Dios y nuestros hijos. Es el padre por antonomasia".