El Papa nos invita a rezar el Rosario: Esta es su historia e importancia
El sacerdote y deán de la Catedral de Sigüenza profundiza en El Espejo sobre la importancia del rezo del Rosario
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El Papa Francisco nos ha invitado a todos a través de una carta a redescubrir la belleza de rezar el rosario. Una oracuión que puede hacerse en familia para pedir a nuestra Madre que nos ayude a superar esta prueba del coronavirus. En unos momentos de dificultad y de sufrimiento donde podemos tener la oportunidad de tener más tiempo para invertir en este rezo.
"María nos guía, nos acompaña, nos precede y nos ilumina a través de veinte misterios, que son la vida completa de nuestro Señor", explica Jesús de las Heras, sacerdote, historiador y deán de la catedral de Sigüenza. En definitiva rezar el Rosario es "recorrer el Evangelio entero, de los pies a la cabeza con miles de alusiones al Antiguo Testamento".
El peculiar rezo del Rosario, con sus cinco misterios que llenan un Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria, surge hace más de quinientos años. "La piedad medieval de occidente desarrolló la práctica del Rosario en sustitución del rezo de las horas. Santo Domingo de Guzmán fue uno de sus impulsores. A partir del siglo XV ya se empiezan a ver imágenes expresas de santos con el rosario en las manos. La primera de ellas se encuentra en la catedral de Colonia, en Alemania".
El Rosario, una oración sencilla
"El pueblo de Dios que no podía acceder a la liturgia de las horas -por el analfabetismo por ejemplo- tuvo una manera muy fácil de acercarse a la oración gracias a esta costumbre. El Rosario ha de ser uno de los primeros deberes del corazón, es el alimento -junto con la Eucaristía- del pueblo santo de Dios", relata De las Heras.
En los "misterios gozosos vemos la vida de Jesús en su primera parte hasta los doce años. En los misterios de luz, recorremos la vida desde su Bautismo hasta la Última Cena, donde instituye el sacerdocio. En los misterios dolorosos, recorremos el Víacrucis y si llegamos a los misterios gloriosos, empezamos por la Resurrección y acabamos por dos misterios conectados con la fe de la Iglesia -con el dogma de la Asunción de María- y con la tradición popular -con la coronación de María-".
Ayudar a la hora del rezo
No es un secreto el hecho de que rezar más de cinco Padresnuestros y 50 Avemarías, puede cansar a más de uno. Pero "hay un secreto para hacerlo: la sencillez. Es fácil encontrar incluso en Internet, esquemas para ayudar en el rezo del Rosario. Durante la oración, evocamos mentalmente los misterios que corresponden, una pequeña composición de lugar y luego las oraciones elementales del cristiano. El Padrenuestro y el Avemaría y se concluye con el Gloria al Padre. Disponemos del rosario con sus cuentas para contar o si me ocurre que no lo llevo, cojo mis dedos e intento concentrarme para no perder el número".
Esta pandemia ha dejado mucho dolor y sufrimiento, pero también podemos sacar de este tiempo, más de una lección: "Uno de los legados del Concilio Vaticano II fue crear en las familias estructuras para que fueran 'iglesias domésticas'. Entre algunos beneficios que nos ha traído esta desgracia de la pandemia, está que se ha visualizado la fuerza de la familia, también como altares y ámbitos para la oración en común".