Carmen Lomana confiesa cómo pasa las vacaciones de Navidad: "Me siento como que sobro"

Carmen Lomana ha querido compartir en 'Fin de Semana' sus mejores recuerdos de la Navidad y cómo suele pasarlas en la actualidad.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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A tan solo dos semanas de Navidad, Carmen Lomana ha querido compartir en 'Fin de Semana' sus mejores recuerdos de estas fechas y cómo suele pasarlas en la actualidad. "Mi recuerdo de Navidad, fueron los años que pasé con Guillermo, sin duda", comienza diciendo la colaboradora, dejando claro que lo mejor de su vida es el tiempo que pasó con su marido.

"Los primeros años fueron los más difíciles porque estábamos llenos de amor y pasión, pero los mejores años fueron desde los 30 hasta que él se fue. Porque a los 30 yo estaba más hecha, era menos caprichosa, muy pasional, pero no posesiva... Porque antes, cuando no me hacía el caso que quería, le montaba unos pollos... Luego ya nos fuimos encajando. Esa fue la época más bonita de mi vida", recuerda.

Desde entonces, Lomana reconoce que "le duele" la Navidad: "Pienso, qué injusto, qué sola estoy... Sin marido, sin hijos... Tengo muchos amigos, pero cada uno tiene su vida. Tengo a mi familia, pero tampoco porque, además, es como una catarsis. Es una cosa extraña. Yo voy a casa de mis hermanos y les veo a todos con sus hijos, sus nietos, su felicidad... Y me siento como la tía que sobra. Y no que sobre porque no me quieran".

Carmen Lomana confiesa cómo pasa las vacaciones de Navidad: Me siento como que sobro

"Tuve una adolescencia un poco mala"

"Sin embargo, me voy a República Dominicanan con todos mis amigos solteros y se me olvida. Cuando hice una cena en Marbella de 'singles', estaba también el gran amor de Lady Di. Eso fue muy divertido porque había húngaros, ingleses, suecos... De todo. Cada uno hacía sus gracias, las rusas tocaban el piano, cantaban... Entonces, se me olvidaba que estaba sola", cuenta, haciendo referencia a que le gusta viajar en navidades para estar con sus amigos y olvidar su sensación de soledad.

Por otro lado, Lomana también ha hablado de la relación que tenía con su madre: "La adoraba, entre otras cosas porque fui hija única durante cinco años. Estábamos muy unidas, muy amigas. A los 13 años también, pero algo menos. Tuve una adolescencia un poco mala, de competencia con mi madre, pero competencia mutua. De ser una niña normal, surgió una adolescente con un cuerpo muy bonito... Tuve una adolescencia tremenda".

"A mi madre siempre le decían que tenía una hija muy mona, pero también tenían que decirla que ella lo era. Y ella siempre decía que, claro, que me parecía a ella", aclara Lomana sobre la competencia que vivía en su casa con su padre, principalmente durante su adolescencia.

"Me lo pasaba muy bien con ella porque tenía un punto enloquecido y divertido, pero que a mí no me gustaba a esas edad. Si había una fiesta, mi madre era la que llamaba la atención y le daba igual. Era un personaje que, a veces, como madre, cuando eras adolescente te cargaba porque quería ser más amiga que yo de mis amigos, siempre intentaba hacer ver que era mejor y más guapa que nosotras", confiesa.

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