Manolo Lama se sincera sobre sus inicios en la radio: "me tuvieron que cambiar el apellido"

El comunicador y narrador de 'Tiempo de Juego' ha estado con nosotros en 'Fin de Semana' para repasar sus 39 años de carrera en la radio con las mejores anécdotas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Casi cuarenta años a sus espaldas de carrera frente al micrófono, nueve mundiales narrados y otras ocho Eurocopas, más, por supuesto, las que están por venir. Si te decimos que es uno de los narradores más emblemáticos de nuestro país y que no tiene rival, seguro que sabes de quién te hablamos. Pero claro, si ya te contamos que es una de las voces imprescindibles de Tiempo de Juego, sabes que te hablamos de Manolo Lama.

Y aunque tiene tanta experiencia y es uno de los mejores narradores, él sigue siendo de lo más humilde. Aunque, eso sí, reconoce que hay que tener cierto talento para llegar hasta donde ha llegado. "Esto viene un poco de nacimiento, no se aprende ni te enseñan...Esto se lleva, aunque es cierto que una vez que tienes el don se trabaja, aprendes, moldeas y empiezas a olfatear" comenzaba diciendo.

Tiene una larga experiencia en radio y, lo mejor, todavía mucho camino por recorrer. Y sí, en Fin de Semana hemos tenido la suerte de que se ha pasado por nuestros micrófonos para repasar esos 39 años de carrera que lleva frente al micrófono y contarnos esas anécdotas que hemos descubierto este domingo con él.

Porque sí, seguramente lo conozcas por sus apariciones en la radio e incluso en la televisión, pero, ¿sabías cómo empezó todo? Pues aunque no te lo creas, cuando su salud empezaba a tambalear, y todo esto cuando era apenas un niño.

La cama de un hospital, un transistor y unos cromos

Ya lo decía él mismo, con el talento hay que nacer para después potenciarlo. Y él, desde pequeño, supo que había un periodista en ciernes dentro de él, y así lo evidenciaban los juegos que hacía siendo apenas un niño. "Yo ponía los cromos de los equipos en la cama y con un garbanzo iba narrando...Ya locutaba aquel partido" nos contaba entre risas. Y es que, sin saberlo, ya iba creciendo un narrador dentro de él.

Eso sí, no supo que quería ser periodista radiofónico hasta que, de los cinco a los nueve años, le tocó estar en la cama del Hospital Niño Jesús de Madrid, con las dos piernas escayoladas y sin poder moverse. "El médico me prohibía hacer deporte, yo bajaba a la calle como cualquier chaval pero mi madre estaba siempre pendiente...y jugaba con mis compañeros, me daban los chándals" contaba.

Sin saberlo, ese momento cambió su vida, porque su tío, para alegrarle la estancia, le regaló un transistor. Entonces, ya no pudo dejar de escuchar la radio. "Lo que no quería ser era periodista deportivo, porque no sabía que se podía ser" comentaba.

El resto es historia, porque conforme fue creciendo, se dio cuenta de que lo suyo era el periodismo, aunque no fue hasta que hizo las prácticas en la Cadena SER, que todos se dieron cuenta de su talento.

El cambio de apellido que le hizo subir a ver al jefe

En esas prácticas coincidió con Paco González, sin saber, que más tarde formarían un equipo difícil de superar. De él dice que ya se olía que "iba a ser un buen periodista de deportes...Nuestro jefé lo pidió y se convirtió en uno más en la redacción". Desde ese entonces hasta ahora, han pasado casi cuarenta años.

Se acuerda perfectamente de cómo fue su primer contacto con el micrófono, cuando, sin preguntárselo antes, le preguntaron en directo cómo estaban los porteros del Rayo Vallecano. "Empecé a hablar de los porteros, le eché valor porque me sabía los nombres y Roberto Gómez [su jefe] me dijo 'niño, tu vales para la radio'".

Manolo Lama se sincera sobre sus inicios en la radio: me tuvieron que cambiar el apellido

A partir de ahí, todo fue en ascenso, tanto que le pusieron a narrar un partido de baloncesto. Se dieron cuenta de que, eso de narrar los partidos, le salía innato, pero, tuvieron que cambiarle al apellido para poder mandarle a seguir narrando."Me pusieron Manolo Jiménez...Me dijo Brotons, 'si se entera el jefe que te mando, me echan'. Por eso, te vamos a llamar Manolo Jiménez" contaba entre risas.

Y a ese Manolo Jiménez, dio la casualidad de que le escuchó el presidente de la cadena. Le gustó y mucho...Tanto que más tarde le dijo a Brotons: "echa a Manolo Lama y coge a Manolo Jiménez". Cuando le dijeron que era el mismo, no tuvo más remedio que pedirle que subiera a la novena planta, donde se encontraban los jefes. Y aunque él pensaba que eso solo significaba que le iban a echar, le dijeron que, si quería seguir con su carrera de narrador, debía quedarse en la cadena.

Eso sí, jamás preguntó si cobraría más o menos y llegó a trabajar los siete días de la semana. Todo, al final, le llevó a ser el periodista y narrador que es hoy. Siempre, eso sí, sin perder la ambición. "Soy muy competitivo, no me gusta perder a nada...Ser competitivo no significa ser mala persona ni ser un cabronazo, signifca querer ganar" comentaba.

Por cierto, que en esta entrevista ha tenido tiempo para hablar de su mejor momento narrando un partido de España, su pasión por haber sido cantaor flamenco y también, por supuesto, de lo más importante de su vida: sus hijos.

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