Nacho Abad explica el detalle que confirma el sadismo sexual del asesino de Manuela Chavero: "Sangrar"
Nacho Abad detalla en Fin de Semana las contradicciones de Eugenio Delgado declarado culpable del asesinato y violación de Manuela Chavero
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El jurado popular del caso de Manuela Chavero ha declarado culpable de asesinato y violación a Eugenio Delgado, único juzgado por la desaparición y muerte de esta vecina de Monesterio (Badajoz).
"Nos felicitamos todos porque este es un depredador que probablemente volvería a cometer lo mismo porque yo creo que está todo en su cabeza", explica en Fin de Semana COPE, el experto en sucesos y colaborador de COPE, Nacho Abad.
Recuerda Abad lo desconcertante que fue la desaparición de la joven. "Estaba encendida la televisión y el móvil sobre la mesa, llevaba pijama, vamos que se había ido como para volver".
Los plomos de la casa de Eugenio, determinantes
Durante cuatro años la UCO estuvo trabajando en el caso. Tras varios sospechosos, todo se centró de repente en Eugenio. "Costó, pero cuando dieron con la pista adecuada,fue muy minuciosa". Explica Abad que "llegaron a determinar que en su casa, que estaba a 80 metros de la de Manuela, se habían levantado los plomos de los diferenciales de la luz la misma noche del crimen, que lo habían hecho manualmente y habían visto que el consumo de la casa variaba en la red eléctrica en la noche del crimen, con lo que pudieron determinar que él estaba allí".
Finalmente Eugenio "acabó confesando", si bien lo que contó "no tenía nada que ver con la realidad". Dijo que se había acercado a casa de Manuela, que quería devolverle la cuna que ella le había prestado para unos amigos" y que mientras la sacaban de una "habitación interior", ella se cayó hacia adelante -cuando ella iba caminando hacía atrás-, "y que se dio con un pico en la cabeza".
Para el colaborador resulta algo "increíble", una caída "que no es posible ni en Matrix". Al final los forenses "determinaron que tenía múltiples fracturas en la cara, en la nariz, en las cuencas de los ojos y que le había reventado la cara a golpes".
El jurado ha recordado además que “le quitó la ropa a la víctima sin explicación lógica”, y en este marco “no se hizo para que los animales no sacaran al cadáver de la fosa (donde la enterró) pues lo envolvió con una sábana y un albornoz”, lo que es "una contradicción".
A juicio del jurado, Eugenio Delgado “ocasionó la muerte de Manuela Chavero para evitar que se descubriese la agresión sexual” y “cuando tomó conciencia de lo ocurrido la única salida fue matarla” y “de no hacerlo así, todo lo que había hecho hubiera salido a la luz”.
El jurado considera que hubo asesinato pues “concurren alevosía y ensañamiento” y “se aseguró de que Manuela Chavero no pudiera defenderse, con el aumento deliberado de su dolor” a tenor “de las múltiples fracturas que presentó”.
Sexo sádico
Analizando el perfil de Eugenio "se comprueba que tenía pasión por el sexo sádico, por hacer daño a las mujeres".
En este sentido, no solo había buceado en Internet, sino que "había intentado contratar a varias prostitutas a las que les preguntaba si les importaría mantener relaciones sexuales, hacerles daño y sangrar".
"Hay algunas prácticas sexuales que vienen a hablar de penetraciones con dolor y con heridas, auténticas salvajadas. El tipo se excitaba tenía erecciones en función del dolor", explica Nacho Abad.
Para el doctor Gaona Eugenio padece "una parafilia, lo que antiguamente se denominaban perversiones sexuales, la obtención del placer a través de justamente ejercer no solamente ese control, sino también el dolor".
Explica que "era un individuo solitario, que había sufrido todo tipo de humillaciones cuando era niño, con una envergadura física bastante notable, y eso nos da una idea del nivel de frustración, en el que solamente se liaba o se relacionaba con las mujeres a través de la prostitución y dentro de esa prostitución, fundamentalmente a través de intentar expresar ese sadismo".
"La pobre Manuela Chavero realmente lo que la perdió fue ser mujer, una chica además guapa y obviamente ser vecina de este depredador", concluye Gaona.