Schlichting, a Pilar Rahola: “Enorgullecerse de la violencia es un camino peligroso para la convivencia”

¡Muy buenos días España! Es un día de lluvias, en especial por el norte de la península, que desembocará en una semana donde van a bajar las temperaturas, y es que seguimos en invierno, aunque muchos ya padezcan alergias.

La buena noticia es que los expertos subrayan mejores datos en la lucha contra el covid. Todas las autonomías reducen el famoso índice de incidencia de contagio, que se sitúa en 750 de media, y baja la presión en las UCIs. Madrid y Valencia han registrado un descenso de los hospitalizados. Aquí, en Fin de Semana, la viróloga del CSIC Margarita del Val nos explicaba ayer que las personas vacunadas siguen contagiando a los demás y que no podemos bajar la guardia. Los expertos señalan que, en plena tercera ola, es arriesgado celebrar elecciones en Cataluña.

El caso Bárcenas y Pablo Casado

Y el escándalo Bárcenas se mezcla en la campaña electoral catalana. Mañana empieza uno de los juicios a los que se enfrenta el ex tesorero del PP, el que intenta determinar si el Partido Popular pagó con dinero negro las reformas de su sede de la calle Génova de Madrid. Luis Bárcenas cumple actualmente condena de 29 años por el caso Gürtel, por delitos contra la Hacienda Pública, apropiación indebida y falsedad documental. La remodelación se hizo entre 2005 y 2010 y costó 900.000 euros. Bárcenas ha enviado un escrito al fiscal diciendo que quiere colaborar y acusando a Mariano Rajoy de destruir personalmente pruebas.

Tanto Mariano Rajoy como José María Aznar están citados como testigos para declarar. Hoy publica el diario El Mundo entrevista con el tesorero, en la que dice que se entrevistó con gente cercana al PP para enterrar el hacha de guerra y dejar de hablar de la destrucción de discos duros por parte de los populares, pero que éstos no le hicieron caso. Bárcenas perseguía que su mujer, que entró en prisión en noviembre, con 13 años de cárcel, se librase de la cárcel. Pablo Casado le respondía aquí, con Carlos Herrera, el viernes.

Cataluña y la agresión a Vox en Vic

Los políticos de todos los partidos se dieron ayer cita en Cataluña, en los mítines de campaña electoral. Como hay tantos problemas para formar las mesas electorales, por el Covid, Pedro Sánchez rechazó estar detrás de la fecha electoral del próximo domingo. Lo que no ha contado el presidente es su fortísima batalla para mantener la fecha desde que se dio cuenta de que favorecía a su candidato, Salvador Illa. Desde Tezanos, con encuestas flash, hasta Marlaska, con tuits desde las redes oficiales de su ministerio, todo el aparato del estado impulsa la candidatura del PSC.

En la preciosa cuidad medieval de Vic, cerca de Barcelona, feudo del independentismo, la violencia ha manchado la campaña. Ignacio Garriga, candidato de VOX, y el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, e trasladaron en furgoneta a la ciudad para celebrar un acto electoral y un grupo de manifestantes los persiguió, se subieron al techo del vehículo y lanzaron una valla contra la luna delantera. Los separatistas atacaron también a los vecinos que se acercaron al mítin, lanzando piedras, huevos y petardos.

Hay varios simpatizantes heridos y varios mossos de escuadra han sido agredidos. La periodista Pilar Rahola, colaboradora habitual de TV3, hizo público un tuit que mostraba una foto de la salida de las furgonetas de Vic, seguida por los vándalos, y que decía: “La huida de VOX de VIC esta tarde. Orgullo de un pueblo que no quiere la extrema derecha”. Enorgullecerse de la violencia es un camino peligroso para la convivencia.

También Pablo Iglesias hizo ayer campaña, en este caso marcando distancias con el partido socialista y subrayando que el PSOE es monárquico y Podemos, republicano

La anécdota de Almeida con Iglesias

Iglesias reivindicó cambiar la forma de Estado para respetar las identidades y potenciar las empresas públicas, que a su juicio son mejores que las privadas. Me pregunto qué tiene que ver una república con el respeto, como si en España no se respetasen las distintas identidades. O con el estatalismo. Supongo que se refiere a “su” república, comunista y federal.

Con Iglesias coincidió en el AVE el alcalde de Madrid y portavoz del PP, José Luis Martínez Almeida, que criticó que a Iglesias lo fuesen a recoger en cinco coches oficiales.

Recordemos que la familia Iglesias ha usado los servicios de una empleada del Ministerio de Igualdad para cuidar a sus hijos y habilitó un despacho del edificio para que Irene Montero pudiese tener una guardería personal.

Ley trans

Aparte defender la república, Pablo Iglesias reivindicó la ley trans, que propone que desaparezca el plazo de dos años para cambiar de sexo y reduce el trámite a una cambio en el registro, sin diagnóstico médico. También para los mayores de 16 años y sin conocimiento de los padres. Este fijación de sexo por opción personal solivianta a feministas prestigiosas como Amelia Valcárcel o Lidia Falcón, también del partido socialista.

Pareciera, en efecto, que ser mujer, con las ventajas e inconvenientes que conlleva, fuese una opción. Que la discriminación y el feminismo sobrasen. Es el último fracaso del relativismo, que reduce la identidad personal a una elección.

La ley ignora además que los bloqueadores hormonales inciden en el desarrollo natural de los menores y que el cambio de sexo no modifica los cromosomas de las personas pero implica una medicación muy agresiva. A partir de las diez y media hablaremos de ello con Walter Heyer, uno de los líderes de la batalla contra las leyes trans, persona que cambió de sexo y se conviertió en Laura y que, finalmente, ha regresado a su identidad masculina.