Así afecta el turismo estival al consumo de agua en determinados puntos de España
Reflexionamos sobre este asunto en 'Herrera en COPE' con varias personas afectadas directamente por esta circunstancia
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El turismo hace que pueblos multipliquen varias cifras su población en verano. Esto es buena noticia desde luego, sucede en zonas costeras, turismo de playa. También en invierno con todo aquel que va a hacer esquí en la montaña. Se llenan los pueblos. Por ejemplo: Benasque (Huesca), Torrenueva (Granada), Ezcaray (La Rioja), Oropesa del Mar (Castellón). Todas estas y muchas más son localidades que crecen en población de repente. De los 18.00 habitantes durante el año en la localidad de Tarifa (Cádiz), en verano pasa a tener 40.000 habitantes. En la Platja D'Aro, en Gerona, se alcanzan 120.000 personas.
En el norte de España, en Cantabria, específicamente, el municipio de Noja dispone de un 47,7% de pisos, según el Instituto Nacional de Estadística, que son de uso esporádico. En meses de julio y agosto se pasa de los 100.000 vecinos, muy diferente a los 3.000 vecinos que este municipio tiene durante los meses de invierno. La vida tranquila y apacible de estos habitantes da un giro muy grande con la llegada masiva de los turistas y vecinos en épocas de calor y verano. Su alcaldesa, Mireia Maza, habla este martes en los micrófonos de 'Herrera en COPE' para tratar la cuestión del turismo.
"En Noja tenemos dos playas extensas con un amplio arenal, 4 km y medio de playa. Amplias dunas y un sitio donde no te tienes que pelear por poner la hamaca en ningún sitio. Además, es un sitio donde puedes dormir por las noches y no hace ese calor que puede hacer en el sur de España en esta época del año. Es una zona muy elegida por turistas para pasar el verano, aparte de las playas tenemos la zona de las marismas e incluso puedes ver el monte desde la playa", comienza diciendo la alcaldesa acerca de la localidad.
Noja tiene a día de hoy 2.700 personas censadas, pero en agosto, "en días de calor y playa puede haber 100.000 personas perfectamente", incide Maza. "Una persona que no esté acostumbrada y no haya crecido con ello si se escandaliza más. Nosotros estamos acostumbrados, ya que hemos crecido y vivido con ello toda la vida", considera la alcaldesa sobre el auge del turismo dentro del municipio cántabro.
Servicios de limpieza, sanidad, seguridad... son cosas que hay que tener en cuenta y que en esta época veraniega en muchas ocasiones y contextos tiende a aumentarse. "Nosotros particularmente tenemos un médico que está todo el año por la tarde también en parte para poder dar ese servicio en el caso en el que nos falten médicos", habla acerca de la sanidad. "Tenemos también un servicio de socorrismo que cuesta alrededor de medio millón de euros. Al tener unos arenales tan extensos necesitamos muchos puestos de socorrista", afirma sobre las playas y los servicios que se ofrecen.
"Hay que dar servicio hasta 100.000 personas con quince policías. En verano lo que hacen es reforzar turnos con horas extras que hay que pagar, y bien pagadas. Supone unos 70 u 80.000 euros extra", dice sobre la seguridad. En invierno un restaurante en Noja es probable que tenga sus puertas cerradas, pero en verano, a no ser que se reserve con antelación, resulta una tarea muy complicada encontrar una mesa para comer.
"Hay ciertos comercios que cuando no es época estival cierran, ya que no les compensa tenerlo abierto", incide Maza sobre el turismo de verano y sus consecuencias para los comercios. "Hacemos eventos todos los fines de semana para intentar desestacionalizar la zona, para que la gente de los pueblos de alrededor elija Noja como destino", considera sobre las actividades culturales y de ocio.
La gestión del agua en periodo estival
El crecimiento de la población en épocas de verano supone un gran reto para el agua potable. El turismo es un fenómeno muy bueno y positivo, sobre todo para la economía de un país, pero hay que tener cuenta qué hacemos con esos turistas que van a demandar más agua de la normal. Teniendo en cuenta que hay zonas en España donde hay una sequía sin precedentes, precisamente turísticas.
Lucía De Stefano, directora adjunta del Observatorio del Agua, se ha pasado también este martes por 'Herrera en COPE' para hablar acerca de la gestión del agua en este tipo de situaciones. 41 millones de turistas de media acogemos desde el mes de junio hasta septiembre en España, un 13% más que el pasado verano de 2023. Más turismo en España trae consigo un mayor gasto de agua.
"Tenemos que tener en cuenta que cuando llega la estación turística, aumenta también la población. A veces en pequeños pueblos y localidades se multiplica por dos o por tres. El turista consume más, ya que se gasta más agua en lavar ropa de cama, limpiar estancias, zonas ajardinadas... Se calcula que un turista gasta mucho más que un residente normal", comienza afirmando De Stefano.
"Se concentra en pocos meses y lugares determinados y tiempos pequeños", incide la directora sobre el agua y su consumo. El saneamiento del agua es otra de las cuestiones a tener en cuenta. En estos lugares más pequeños resulta ser una tarea más compleja. La sequía es otro de los temas que adquiere especial relevancia en esta época del año. Hay muchas restricciones y poca lluvia. "Se observa que llueve de manera más concentrada en determinados periodos del año o llueve en momentos distintos. Si la temperatura es más alta, esta es utilizada por los árboles y cultivos para realizar sus actividades biológicas", cree sobre la ausencia de agua.
El sector agrícola nunca deja de necesitar esa agua y es indispensable para ellos. "El regadío demanda cerca del 80% del agua que se utiliza en España". "Es quien sufre los primeros recortes cuando empieza a haber problemas de sequía", añade. "Hay que evitar seguir creciendo en zonas donde no hay disponibilidad física de agua. Hay que ser más eficientes en la utilización del agua y cuidar el agua, especialmente cuando vengan turistas", concluye.