¿Cómo puede ayudar la arquitectura a mitigar el cambio climático? "Es básico que una ciudad funcione bien"
La arquitecta Marta Vall-Llosera explica en 'Herrera en COPE' el papel clave que juega el urbanismo para mitigar los efectos del cambio climático en viviendas y ciudades
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El cambio climático nos afecta en todos los aspectos de nuestra vida, incluido nuestro hogar. Los arquitectos juegan un papel fundamental a la hora de diseñar casas que estén mejor aisladas y puedan protegernos mejor tanto del frío como del calor.
Para analizar esta situación, en 'Herrera en COPE' hemos hablado con la arquitecta y presidenta del Consejo de Colegios de Arquitectos de España, Marta Vall-Llosera.
En primer lugar, explica por qué nos cuesta tanto rehabilitar nuestros edificios: "Hay poca conciencia de lo bueno que aporta una rehabilitación en un edificio. Ahora nos encontramos con que es necesario, tenemos un parque de viviendas muy antiguo. Necesitamos mejoras en temas estructurales y de humedades, pero también en materia de eficiencia energética".
En este sentido, el urbanismo puede hacer mucho: "El cambio climático es evidente. Nos encontramos con la necesidad de poder aplicar medidas que nos ayuden a paliarlo y a mitigarlo. Muchos cambios pasarán por mejorar tanto nuestros edificios como nuestras ciudades. Hay retos importantes que está marcando Europa. Esto significa mejorar nuestros edificios a nivel energético y, por otra parte, mejoras en las ciudades".
¿Cómo se hace una buena rehabilitación?
Pero, ¿cómo se hace una buena rehabilitación? "Lo primero estudiando el edificio en profundidad, cada uno es diferente y va a necesitar unas medidas determinadas. En base a ese estudio, prever unas medidas de mejora. Importante hacerlo de una forma organizada, para también ajustarlo a las necesidades económicas de cada propietario".
Cambios en grandes ciudades
"Cada vez hay más población habitando en las ciudades. Es básico que funcionen bien para mitigar el cambio climático. Modelo de ciudad mediterránea. Una ciudad más amable, donde el coche quede más relegado y donde se priorice al ciudadano. Hay que recuperar infraestructuras verdes y azules", explica la arquitecta.
Unos cambios que se antojan complicados en ciudades grandes como Madrid. "Aquí intentamos que cada barrio pueda disponer de una serie de servicios básicos necesarios para evitar, en cierto modo, esos desplazamientos, teniendo comercios de proximidad o colegios. Esto también genera calidad en el tiempo", asegura Vall-Llosera.
"La pandemia nos hizo darnos cuenta de la importancia de los espacios que habitamos. Tanto a nivel de nuestras viviendas como una serie de valores que no apreciábamos. Y también en los espacios urbanos, recuperar plazas, espacios con arbolado que inviten al paseo. Algo que redunda en nuestra salud tanto física como emocional y mental", concluye.