"Esta guerra la va a ganar Putin": el Teniente General Pitarch valora la ofensiva ucraniana en Kursk

Se han superado ya los 900 días de la invasión de Rusia en Ucrania y lo que parecía una guerra enquistada y en buena parte del tiempo, ciertamente inmóvil, ha dado este mes un giro inesperado. Las tropas de Kiev han comenzado una operación muy arriesgada con la incursión en la región rusa de Kursk, y que a corto plazo ha supuesto una victoria táctica y moral de Ucrania, pero que encierra numerosos interrogantes.

La oportunidad para levantar la moral de las tropas ucranianas era una necesidad también de todos los aliados que estaban ayudando de forma directa al gobierno de Zelenski. Este viernes pasa por los micrófonos de ‘Herrera en COPE’ el teniente general retirado Pedro Pitarch para hablar acerca de la incursión ucraniana en Rusia.

Es buen momento para sacar alguna conclusión sobre esta ofensiva ucraniana en Rusia, puede ser categorizado como un golpe militar y moral hacia Vladímir Putin, donde se deja en evidencia a los servicios de inteligencia del Kremlin. “Efectivamente, lo más llamativo ha sido la sorpresa en esa acción. Los servicios de inteligencia no han estado a la altura porque lógicamente aunque haya sido en una unidad relativamente reducida. Eso ha tenido que necesitar de unos movimientos, de una acumulación de medios, de una preparación anterior a la acción de traspasar la frontera. Eso no ha sido detectado.

Hay una sorpresa táctica en razón del lugar, pero como supone un cambio automáticamente en el panorama mediático o al menos todo el mundo pensaba que íbamos directamente a una ruptura de la cohesión ucraniana. Se ha revaluado la acción ucraniana y se le está dando una importancia en los medios desmesurada y que lo elevan a nivel estratégico”, considera el teniente.

La ofensiva en Kursk

“Es una acción arriesgada, muy audaz y que de momento tiene éxito. Es de un objetivo muy limitado. Para entrar en suelo ruso y profundizar, necesita una cantidad de fuerzas que Ucrania no las tiene. Su gran talón de Aquiles durante toda la campaña y la guerra es la falta de recursos humanos. Esto sirve para elevar la moral y mandar el mensaje simulando que ha habido una mutación de una acción defensiva que lleva más de seis meses de Ucrania a una acción no ofensiva”, cree sobre la ofensiva en Kursk.

“Es una etapa más dentro del conflicto. El terreno hay que ocuparlo físicamente, y se necesita más fuerza. La sociedad rusa lo puede evaluar como un error grave de Putin. Las capacidades militares de Ucrania son prácticamente nulas, son capacidades subsidiarias. Esta acción manda el mensaje a los países donantes de que es posible tener territorio ruso ocupado, aunque sea en pequeña cantidad.”

Si la guerra es ganada por Rusia, estaría en juego la propia supervivencia de Occidente. “Estados Unidos está en crisis gubernamental. Tiene un poder ejecutivo que está descalificado y han tenido que cambiar la candidatura. Hasta el 20 de enero, que es cuando se produce el cambio de administración, va a seguir el señor Biden como titular de la casa Blanca. Este hombre no carbura, luego alguien está mandando ahí.

Cualquiera que sea el resultado de las presidenciales del 5 de noviembre, Estados Unidos ya lleva tiempo pretendiendo desengancharse de esta guerra. Durante muchos meses estuvo parado el paquete de ayudas. Estados Unidos necesita, necesita tener las manos sueltas para poder mirar hacia Pacífico”, afirma sobre el papel de Estados Unidos en la guerra europea.

“La postura de Putin es la más clara. Quiere que Ucrania no entré en la OTAN y pasar a la Federación Rusa las cuatro provincias en disputa. Zelenski hablaba de llegar hasta la victoria total”, cree acerca de la figura del presidente ruso.

“Esta guerra la va a ganar Putin. Otra cosa son los términos o como se presente el tema. El salto cualitativo que ha dado no es realmente el cambio de la estrategia ucraniana de defensa de a ultranza a dar la sensación de que ha cambiado. Ahora se está combatiendo en territorio ruso.

La declaración de alerta terrorista y de estado de emergencia se ha hecho en varias regiones. Una zona de 600 km de frente en distancia reducida y de unos 150 km en profundidad. Una quinta parte del territorio español. Las magnitudes son tremendas. Quizás esta operación exitosa, audaz y valiente sea un canto de cisne antes de sentarse en la mesa.”, concluye el teniente.