Gustavo de Arístegui, en COPE: "Esperemos que España y Argelia sepan reconducir la situación"

El diplomático y expolítico duda que Marruecos vaya a pedir "Ceuta, Melilla y Canarias cuya españolidad responde a argumentos históricos y jurídicos"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La reconstrucción de las relaciones entre España y Marruecos al apoyar nuestro Gobierno la propuesta de Marruecos para dotar de autonomía al Sáhara, ha generado un nuevo conflicto entre los socios de gobierno, PSOE y Podemos, y con el Gobierno y sus socios parlamentarios.

El reconocimiento de Sánchez de“los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de la ONU para buscar una solución mutuamente aceptable” y sostiene que la iniciativa de la autonomía es “la base más seria y realista” para la resolución de este conflicto, ha provocado la indignación del Gobierno de Argelia que ha decidido retirar a su embajador de Madrid.

¿Es criticable la forma de cómo ha llevado el Gobierno español esta situación? En “Herrera en COPE”, el diplomático español y expolítico Gustavo de Arístegui asegura que “entiendo las críticas que se hacen tanto en analistas, directores de medios, tertulianos, críticas por no haber sido consultada la oposición en un tema de tan gran trascendencia para la política exterior de España, para la paz y la seguridad en el Sahel que es esencial para el mundo entero. Pero es una cuestión tan extraordinariamente compleja y delicada que las negociaciones tuvieron que ser llevadas en la más absoluta discreción y una filtración hubiese generado un debate que podría haber descarrilado el acuerdo entre los dos países. Por lo tanto, hay dos caras a esa crítica. En cuanto, al fondo queda bastante claro que el mundo ha cambiado mucho, que la evolución de la situación geopolítica de esta región del mundo y en el Mediterráneo y en el Atlántico ha variado, en muchos casos, 180 º, que los riesgos son infinitamente más graves para la paz y la estabilidad de Europa y del Mediterráneo en el Magreb que en los años 70, que hay fuerzas con capacidad de desestabilización extraordinaria, grupos terroristas en el Sahel, el propio Boko Haram, que cada vez ataca a objetivos más al norte y evidentemente ante estas circunstancias, la paz, la seguridad y la estabilidad del Magreb es esencial, Pero tampoco podemos olvidar el ejemplar papel de Argelia en la lucha contra el yihadismo y que durante muchísimos años Argelia ha sido la vanguardia mundial de la lucha contra el yihadismo pagando un altísimo precio de miles y miles de vidas de militares y civiles, en su propia defensa, pero también en defensa de la paz en Europa”.

Este movimiento nos coloca en una situación favorable con Marruecos, pero nos perjudica con Argelia, ¿puede haber consecuencias con el enfado argelino? “Respecto al cambio copernicano es un pelín exagerado. En las reuniones a alto nivel, lo que España decía es que los esfuerzos marroquíes serios, realistas y creíbles para solventar la situación tenían que ser elogiados y este era un eufemismo para hablar del plan de autonomía y lo hace tanto el Gobierno de Zapatero en el año 2008 como el de Rajoy en 2015, pero era imprescindible que un país -que tiene una responsabilidad muy particular como antigua potencia colonial- tuviese un cambio de postura pública y que lo público se correspondiese con lo que se decía en privado que era lo que pedía y criticaba Marruecos: no diga una cosa en público y otra en privado, sea coherente con las dos cosas”.

"Esperemos que España y Argelia sepan reconducir la situación"

Respecto a las relaciones con Argelia deberán ser serias y discretas y “habrá que creer al ministro de Exteriores cuando dice que tiene un contacto fluido con su homólogo argelino, pero no parece que Argelia pudiera hacer menos que llamar a consulta a su embajador ante una cuestión tan importante para ellos durante décadas. Esperemos que España y Argelia sepán reconducir las aristas y las tensiones que se deriven de esta decisión que creo que es una decisión que creo había que tomar” afirma Gustavo de Arístegui.

No se puede olvidar la importancia geopolítica, “obviamente EE.UU. considera a Marruecos un aliado estrecho en la región, las estrechas relaciones de Marruecos con el estado de Israel, y todas las consideraciones de orden económico. No olvidemos que España es el primer socio comercial de Marruecos en términos absolutos y que la UE es el primer destino de productos marroquíes, dos tercios de los productos marroquíes van a la Unión Europea y el 42% de esos productos se quedan en España” señala el diplimático.

La españolidad de Ceuta, Melilla y Canarias

¿Puede que alguna potencia, por ejemplo Estados Unidos, haya atemorizado al Gobierno español referente a la presión sobre Ceuta y Melilla e incluso Canarias si este paso no se daba? “No creo que eso hubiese ocurrido y lo que hay que decir con toda claridad es que Ceuta, Melilla y Canarias son cuestiones completamente distintas al Sáhara. La soberanía de España en Ceuta y Melilla no se puede poner en cuestión. Cuando Ceuta pasa a la corona española a la muerte de Isabel de Portugal se les pregunta a los ceutíes con que corona quieren quedarse y deciden quedarse con la corona española”.

Pero el propio Gobierno marroquí se pasa el día diciendo que Ceuta y Melilla tienen que ser devueltos, “la firmeza desde la diplomacia y desde la buena amistad hay que seguir defendiendo y subrayando la españolidad de Ceuta y Melilla y los argumentos tanto históricos como jurídicos son aplastantes” ha concluido Gustavo de Arístegui.