Un médico recuerda la petición de sus hijos al inicio de la pandemia: "Papá, no vayas al covid"

Ismael Aomar es médico internista del PTS de Granada y encontró el primer fármaco aprobado por la EMA contra el tratamiento del covid

Pilar Abad

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Cuando se cumplen tres años del estado de alarma que nos obligó a quedarnos en casa por el covid, en ‘Herrera en COPE’ hablamos con uno de los médicos que encontraron el primer fármaco que ayudó al tratamiento del coronavirus y que fue aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en septiembre de 2020 cuando se hizo la primera publicación internacional y tras varios ensayos.

Se llama Ismael Aomar y es médico internista del Hospital Clínico del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) de Granada. Junto al reumatólogo Juan Salvatierra y un grupo de médicos descubrieron que la Anakinra, un fármaco que se utiliza para combatir enfermedades inflamatorias mejoraba la evolución de los pacientes con neumonía moderada por la covid.

Recuerda Aomar cómo llegaron a utilizar este fármaco en los pacientes con coronavirus “empezamos a utilizarlo en marzo de 2020 como un rescate y después cambió nuestra percepción cuando vimos clínicamente que los pacientes mejoraban por lo que empezamos a utilizarlo precozmente”.

Explica el médico que “descubrimos que los síntomas de los enfermos se parecían mucho a otros síndromes reumatológicos donde lo que predominaba era una inflamación exagerada porque, en realidad, lo que mata no es el virus sino la reacción inflamatoria exagerada que a día de hoy no se sabe por qué en unos pacientes lo hacían y en otros no”. Y comenta satisfecho que “fue un orgullo conseguir la aprobación de la EMA”.

El doctor Aomar está convencido de que si no nos hubiéramos quedado en casa durante aquellos días hubiera sido peor, “no había otra cosa en ese momento y nadie nos esperamos lo que nos venía encima y asegura que gracias a las vacunas “estamos como estamos”.

El miedo de los primeros meses

Confiesa Ismael que en esos primeros meses “sí hubo momentos de desesperanza” y que, además, del “cansancio físico era peor el cansancio mental y el miedo”. Esos “primeros meses” de los que asegura que “no quiero ni acordarme como creo que le ocurre a muchos compañeros”.

Y en el recuerdo de aquellos días siempre perdura la imagen de “mis hijos que llorando me decían: ‘Papá no vayas al covid’”.