Todo un barrio de Coruña contra los okupas: "Estamos recibiendo amenazas de muerte, vivimos un desorden total"

Hasta aquí han llegado los vecinos del barrio de O Mallos de la capital gallega que viven atemorizados por los okupas que les roban, les intimidan y arrebatan sus propiedades

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Mañana sábado los vecinos de O Mallos, un barrio de A Coruña van a protagonizar una concetración para exigir a la alcaldesa de la ciudad, Inés Rey, "que asegura que es un problema puntual", que tome medidas contra los okupas que desde que comenzó el confinamiento, pero con especial intensidad desde hace cuatro meses, han impuesto el terror robando, amenazando de muerte y arrebatando casas y locales comerciales.

No solo asaltan a los vecinos del barrio, a los que tienen intimidados, sino que entre ellos protagonizan peleas además del constante trapicheo con drogas.

La situación ya es insostenible como ha contado en "Herrera en COPE" uno de los vecinos, Alberto Pastoriza (que está amenazado de muerte por los okupas ya que se ha enfrentado a ellos), "estamos recibiendo amenazas de muerte, vivimos un desorden total, muy peligroso. Yo no vivo tranquilo, ni yo ni nadie del barrio. Es un sufrimiento, tenemos miedo de que nos pase algo grave. A mí me han amenazado de muerte porque me enfrenté a ellos".

Porque Alberto impidió que entraran en su almacen y se quedaran con toda la mercancía de su negocio. ¿Cómo consiguió que no entraran? Este es el relato del vecino de O Mallos: "Estaba en mi negocio y una clienta me dijo que acababa de ver que me estaban intentando cambiar la cerradura del almacén. Cogí la barra del cierre del bar de al lado y me fui hacia ellos corriendo. Tuve la suerte de que no entraran y detenerlos".

Con los nervios reflejados en la voz y el temor que le provoca pensar en la amenaza de muerte que le lanzan cada vez que se los cruza, Alberto se lamenta la falta de defensa ante la que están los vecinos, su familia: "llevo toda la vida luchando, trabajando y que de la noche a la mañana, en un plis plas, se queden con lo tuyo es muy doloroso".

Alberto denuncia como él y muchos vecinos "tomamos pastillas, la gente no quiere salir, les roban el carro de la compra, el teléfono móvil, no puedes ir al cajero" y no deja de pensar que si les hubiera dado un golpe y hubieran resultado heidos, "el que habría ido a la cárcel habría sido yo".