La técnica de una okupa en Madrid para que la dueña no pueda echarla y que le hace perder el control de la situación: "Estoy en la calle"
Jacqueline, en 'Herrera en COPE', ha dado voz al problema que sufre: la inquiokupación

La técnica de una okupa en Madrid para que la dueña no pueda echarla y que le hace perder el control de la situación: "Estoy en la calle"
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La protagonista de esta historia es Jacqueline Guillén, una joven que hace cuatro años alquiló su piso en Madrid a una amiga mientras estudiaba un máster en Londres.
Jacqueline ahora vive en casas de amigos y familiares, mientras su inquilina, a quien una vez ayudó, sigue ocupando su casa sin pagar el alquiler, amparada por una legislación que, según denuncia Jacqueline, protege más al inquilino moroso que al propietario legítimo.
Jacqueline, en 'Herrera en COPE', ha dado voz a un problema que cada vez afecta a más españoles: la inquiokupación, cuando alguien deja de pagar el alquiler, pero se niega a abandonar la vivienda, aferrándose a los resquicios legales que dificultan o retrasan su desalojo.
“Después de dos meses sin pagarme, me dijo claramente: ‘Los ocupa no pagan. Yo soy ocupa y la ley me ampara porque soy madre soltera’”, ha relatado Jacqueline con impotencia. Por tanto, la técnica que ha aplicado esta okupa es aprenderse la ley para lograr quedarse en esa casa todo el tiempo posible y evitar el desahucio.
Amistad, confianza... y traición
Volviendo a la historia, todo comenzó con un gesto de confianza. Jacqueline, entonces amiga de la actual okupa, accedió a que se quedara en su casa un año más tras regresar de Londres. “No encontraba dónde vivir, estaba embarazada y éramos amigas desde hacía seis años”, explicó. Pero ese acto de empatía pronto se convirtió en una pesadilla legal y personal.
Con el paso del tiempo, su inquilina dejó de pagar, acumuló una deuda que hoy supera los 11.000 euros, y comenzó a usar excusas: problemas de salud de su hija, trabajo en negro, dificultades para ir al cajero. Hasta que finalmente reconoció que no pensaba pagar más, porque “la ley está de su parte”.

okupa
Jacqueline ha acudido a instituciones públicas buscando ayuda. La respuesta ha sido desoladora: albergues y comedores sociales como única opción para una joven con una hipoteca aún en vigor, que sigue pagando impuestos y recibos de un piso que no puede habitar.
“Me ofrecieron dormir en un albergue y comer en un comedor social, siendo yo la propietaria de la vivienda”, cuenta con indignación.
La historia de Jacqueline no es aislada. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, en el primer trimestre de 2025 se han registrado 592 demandas por ocupación de viviendas, un 5% más que el año pasado. Además, se han producido más de 7.300 desahucios, el 70% de ellos por impago de alquiler.
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Estos números reflejan el crecimiento de un fenómeno que preocupa cada vez más a los propietarios: el miedo real a alquilar sus viviendas por temor a que un impago termine en una situación insostenible, legal y emocionalmente.
Jacqueline ahora busca dar visibilidad a su caso para generar presión social e institucional. Recibe tratamiento psicológico y se ha unido a movimientos que piden una reforma legislativa para proteger a los propietarios honestos.

Psicología
“Estoy intentando salir adelante cada día. Y ahora lucho para que otros no pasen por lo mismo que yo”, reivindica en 'Herrera en COPE'.
SU situación: sin casa, sin trabajo y con ansiedad
Esta chica sobrevive sin ingresos, sin vivienda, endeudada y medicada. “He tenido crisis de ansiedad fuertes. Una amiga me llevó al hospital. Dejé de hablar con mis padres porque se ponían mal al verme así. Quiero que se vengan a vivir conmigo cuando se jubilen, pero no puedo ni ofrecerles mi casa. La tengo ocupada”.
“Intenté hablar con ella. Me bloqueó. Fui a casa y me encontré con una chica bajando de un Uber, con maletas… para instalarse en mi casa. Y ella, desde dentro, diciendo que era su casa, que podía hacer lo que quisiera", cierra su charla con Alberto Herrera en 'Herrera en COPE'.