'Crónicas perplejas': “¿A qué edad debe un hombre renunciar a su infancia?”

Habla Antonio Agredano de los frikis y de sus aficiones

Antonio Agredano

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En esta sección de ‘Herrera en COPE’, Antonio Agredano mezcla lo “cotidiano y exótico” con una particular visión de las cosas de la vida capaz de equiparar con lo más sorprendente en sus ‘Crónicas perplejas'.

Goku. Son Goku. Quédense con esta idea. Usted imagínese que se ha puesto guapa. Ha elegido un vestido bonito, no especialmente llamativo, pero elegante. Con un escote sutil. Tacones. Maquillaje. Ya digo, no algo excesivo, pero sí esa aspiración a la belleza. Esa cosa tan bonita que es la naturalidad salpicada de coquetería. Ese equilibrio que a mí, como hombre, me resulta irresistible.

Usted ha elegido, con tacto, un restaurante íntimo. Bien iluminado. No esos restaurantes con luces blancas que parece aquello un quirófano. Un sitio coqueto. No muy caro. Decorado con gusto. Uno de esos lugares donde ya no sirven, afortunadamente, queso de rulo de cabra con cebolla caramelizada servido en plato de pizarra. No. Eso ya no. Otra cosa. Más fina. Que tienen buen vino.

Y llega usted puntual y radiante. La brisa de la tarde ondea su vestido. El tamborileo de los tacones muestran su seguridad, su garbo. Su guapura ilumina la calle. Llega a la puerta del restaurante y ahí está su cita, de pie, esperándola. Y de lejos lo mira y piensa: “No puede ser verdad”. Pero espera a acercarse un poco más, porque no da crédito. Porque no quiere creer.

Pero, efectivamente, el caballero que la espera, su cita, con el que lleva unos días divertidos tonteando por whtasapp, con el que por fin se decidió a quedar, ha tenido a bien ponerse hoy unos vaqueros, unas zapatillas J'hayber y una camiseta negra con un dibujo de Goku, bien grande, en el pecho. ¿Qué edad dijo que tenía? ¿43 años? 43 años y una camiseta de Goku. 43 años. Goku.

¿A qué edad debe un hombre renunciar a su infancia? Si vas a su casa y tiene una colección de muñecos Funko de Batman, huye. Si en su salón tiene un He-Man, huye. Si se sabe el nombre de los personajes del Mandaloriano, vete de allí. No quiero parecer un hombre especialmente serio, pero creo que todo tiene su tiempo. Quizá, llegada una edad, admirar a Spiderman no es una opción.

Coleccionar muñecos no puede ser una aspiración en tu vida. Es que tus hijos, que sí tienen edad de jugar a los muñecos, te miran y les da cosilla ver a su padre tan entusiasmado en el Toy´s´rus. Harry Potter. Darth Vader. Tortuga Duende. Los Caballeros del Zodiaco con las mochilas esas que llevaban con las armaduras que parecían repartidores de Glovo. Hay que ponerle freno a esto. Menos enfadarse cuando confundo DC Comics con Marvel y más bajar la tapa del wáter, que ya somos mayorcitos.

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