Del Val: "No soy policía, pero quiero ir a esa manifestación, porque también se van a pisotear mis derechos"

Ya puesdes escuchar la 'Imagen' de Luis del Val de este martes 16 de noviembre de 2021

Luis del Val

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El gobierno de Pedro I, el Mentiroso, ha obtenido un acuerdo histórico, esas raras unanimidades que sólo consiguen personas con un talento especial, con el resultado de que no hay policía, ni guardia civil, en España, que no esté en contra de la nueva ley de seguridad ciudadana, donde los manifestantes van a ser algo así como intocables, y con más derechos que el resto de la población.

Si se aprueba la ley, tal como está redactada, sucederá que usted aparcará con cuidado, y siguiendo las normas, su automóvil en una calle, se pondrá a cambiar el aceite del coche y le multarán, porque la ordenanza municipal prohíbe cambiar el aceite del coche en la vía pública.

Ahora, bien, a través de email o por whatsapp, se ha citado hace una hora con un grupo, podrá cortan la calle, y no dejar pasar a nadie, ni automóviles, ni peatones, y no le podrán identificar, aunque le hayan pillado tirando una piedra a un escaparate. Es más, el manifestante podrá llevar la piedra en la mano, pero puede que a la policía no se le permita ni portar una porra.

Yo creía que anunciar por donde va a ir la manifestación y pedir permiso, era para que el derecho de los que vamos a trabajar, o ver a un amigo, o a una novia, o a la farmacia a por un medicamento, se respete, o, al menos sepamos que va a estar la calle cortada, pero es una ley a favor del manifestante y contra los ciudadanos y la policía. Viene a ser como si se pusieran pegas a los bomberos que van a apagar un incendio, y se les obligara a pedir permiso para poner la escalera, y se les negara el acceso al inmueble, como si el peligro no fueran las llamas, sino los bomberos.

Pues bien, esos policías y esos guardias civiles, que se juegan la vida por defender como escoltas la de los políticos; esos agentes que garantizan que podamos ir y venir a un trabajo, a un momento de ocio, o a pasear por las calles de nuestra ciudad, sabiendo que si alguien nos ataca vendrán a protegernos, serán mirados por la nueva ley como personas peligrosas. De repente, el ministro de Interior ha descubierto que sólo pueden tener derechos los manifestantes, los escrachadores y los violentos. Y que la Policía y la Guardia Civil son peligrosas. No soy policía, pero quiero ir a esa manifestación, porque también se van a pisotear mis derechos.