Luis del Val: “Francina Armengol no ha dimitido todavía ante la estupefacción de la mayoría de los españoles”

Habla el profesor de María Jesús Montero y su vinculación en el caso Koldo por la compra también de mascarillas

Luis del Val

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Luis del Val pone el foco de la imagen del día de "Herrera en COPE" en Francina Armengol y María Jesús Montero por el caso Koldo; y en la ley de amnistía para Puigdemont:

Son las 9 y…. Minutos de la mañana, y la presidenta del Congreso, Francina Armengol, no ha dimitido todavía. La farmacéutica que compró mascarillas, pagó antes que nadie, supo que eran inservibles, tardó tres años en presentar una denuncia y, antes, certificó que la empresa que le estafó era irreprochable y estupenda, sigue siendo la tercera autoridad del Estado, ante la estupefacción de la mayoría de los ciudadanos.

“Tolerancia cero” dice la mentirosa vicepresidenta primera del Gobierno, Excm. señora doña María Jesús Montero Cuadrado, campeona en tensar el músculo esternocleidomastoideo, cuando se enfada un poquito, que suele ser a menudo. Bueno, pues ahora tendrá que demostrar su intolerancia, porque las ramificaciones llegan hasta el Ministerio de Hacienda que ostenta, ya que Puertos del Estado también contrató irregularmente mascarillas, con la misma empresa que le vendió a doña Francina Armengol mascarillas de 'No usar, no usar, y tirar'.

Como explica hoy en diario ABC, Emilio V. Escudero -y resalta el diario en un editorial- la Intervención General del Estado informó de las irregularidades de la compra, pero ni Francisco Toledo -presidente de Puertos del Estado- ni Pilar Paneque -subsecretaria y mano derecha de Montero- ni la propia Montero, le dieron importancia a que la empresa recomendada desde el Ministerio de Transportes recibiera un trato de claro favoritismo. ¿Tolerancia cero? Sí, pero si se trata de doña María Jesús, hay tolerancia diez.

La amnistía para Puigdemont, a punto

Claro que esto no nos puede hacer olvidar que el Cobarde Prófugo está a punto de llegar a un acuerdo con Pedro I, El Mentiroso, para darle sus votos a cambio de la impunidad de una amnistía irregular, inconstitucional y cuya excusa es mejorar la convivencia. ¿Qué convivencia? Porque los futuros favorecidos por la amnistía dicen que lo volverán a hacer y que quieren el referéndum y la amnistía para liberarse del yugo de los españoles.

Es como si se preparara una amnistía para todos los violadores de los últimos siete años, y los violadores dijeran que adelante, que les den la amnistía y que, en cuanto sean perdonados, volverán a violar, con mucho más entusiasmo y dedicación. ¿Eso es convivencia? Según Bolaños, ministro de Justicia, perfectamente impecable. ¡Pobre Justicia! ¡Pobre España!