Una madre acude a urgencias y se queda “horrorizada” por lo que ocurre por culpa de un tornillo

Los fósforos de Herrera en COPE hablan de aquellas situaciones en las que dijeron Tierra, trágame

Pilar Abad

Publicado el - Actualizado

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Hay momentos en la vida que hubiera sido mejor no vivirlos, más que nada por esa sensación de ridículo y de vergüenza que uno pasa que por otra cosa.

Escucha al completo ‘la hora de los fósforos’ de ‘Herrera en COPE’

Hablamos de esas situaciones en las que ya no queda otra opción que decir: “Tierra, trágame” por lo que hemos hecho o nos ha pasado. Aquellos momentos en los que hemos cometido un error; nos estamos refieriendo a una persona y justo en ese momento aparece y nos pilla; o, simplemente, hemos metido la pata en algo en concreto y ya no podemos escapar.

No podemos olvidarnos en esta cuestión de aquellas personas consideradas como torpes, sí. Esas que allá donde van la lían, esa gente de la que se dice que tiene un don espeacila para meter la pata o que son un auténtico desatre. Y ejemplos hay muchos.

El que va a una tienda y al intentar coger algún producto que venden, acaba tirando media estantería del establecimiento; el que intenta echar una mano en la cocina y acaba quemando la comida; ese 'manitas' que todos tenemos a nuestro lado, capaz de arreglar cualquier desperfecto en nuestra casa a lo MacGyver, y que termina por estropealo más y que tengamos que llamar a un experto para que lo solucione...

Y hay mucho más, seguro que si empezamos a recordar a muchos nos vienen a la cabeza numerosas situaciones comprometidas que, o bien hemos protagonizado o hemos sido testigos.

Esto es lo que han hecho los ‘fósforos’ de ‘Herrera en COPE’ esta semana, recordar aquellos momentos para contar a los oyentes esas situaciones que en aquel momento prefirieron no protagonizar o vivir, pero de las que nunca se olvidan.

Un tornillo en una sala de urgencias

Lo que nos cuenta Maribel sucedió en la sala de espera de urgencias del Hospital La Paz de Madrid donde estaba con su hija que “tenía mucha fiebre” esperando a que la atendieran.

Como suele ser habitual, las urgencias de los hospitales suelen estar concurridas y aquella tarde no iba a ser menos. Esta oyente y su hija coincidieron allí con una familia gitana que estaba junto al enfermo, como explica Maribel “ya sabemos que van todos juntos y allí estaban los padres, los tíos, los hermanos, primos y abuelos”. Y entre todo ellos “había uno que era muy inquieto, se levantaba, se sentaba, iba de un lado a otro”.

Hasta que en un momento “el joven descubre un tornillo en la pared y se pone a jugar con él”, cuenta la fósfora. Y, de repente “se sale el tornillo y empieza a salir agua con una fuerza y una presión…”. Imaginaos cómo se quedaron todos los que se encontraban en la sala mientras veían que el chaval “intentaba volver a meter el tornillo en la pared, pero era imposible”, relata Maribel.

Al final, tuvieron que desalojar a todos los que se encontraban en urgencias y Maribel nunca supo “lo que ocurrió con el chico ni con el tornillo”.

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