La preocupación de Gay de Liébana por la desindustrialización de España: “Hay que reindustrializarla”

Para que España se recupere y nuestra economía se reactive no basta con que vuelvan las masas de turistas. Hay que reindustrializar esta España desindustrializada

Gay de Liébana

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El profesor José María Gay de Liébana analiza en 'Herrera en COPE’ las claves económicas del día

Parte de la pérdida de la competitividad de la economía española durante los últimos años es debida a la desaparición de nuestra industria, que se estima en el 25%. La España industrial, hoy, Don Carlos, no es más que un sabor nostálgico, salvo en aquellas comunidades, como el País Vasco, que han sabido mantener su tejido industrial adecuándose a los nuevos tiempos, haciéndose mucho más resistentes a vaivenes críticos, con buenos empleos y más bien retribuidos, con tasas de paro relativamente bajas y con una excelente formación tanto en lo universitario como en la tan necesaria formación profesional. Quizás Euskadi sea uno de los lugares de España con menor dependencia del turismo y por eso, en la coyuntura actual, resiste estoicamente al concentrar el 24,2% de su PIB en la industria, amén de su célebre gastronomía.

Durante años, Don Carlos, oíamos hablar de las grandes metas que los gobiernos de turno se fijaban para 2020: un 20% de nuestra economía estaría basado en el sector industrial. Era la regla 20/20. El PIB de 2020 confirma que el peso de nuestro sector manufacturero cae hasta el 11,1%. España es un país desindustrializado. Y China y sus vecinos asiáticos, ASEAN-5, son la factoría del mundo. Y sus economías crecen. Para que España se recupere y nuestra economía se reactive no basta, Don Carlos, con que vuelvan las masas de turistas – que veremos cuándo lo hacen -: hay que reindustrializar esta España desindustrializada. Ahora bien, la pregunta es cómo hacerlo. Para ello se necesita inversión, y dejémonos de las florituras de los fondos europeos, con inversores no solo nacionales, también foráneos. Y la duda es quiénes estarán dispuestos a invertir en España a tenor del desprecio que se suelta desde los estamentos gubernamentales hacia todo aquello que sea economía privada y carácter empresarial junto a la falta de seguridad jurídica, Don Carlos…

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