Herrera: "¿En qué parra están Washington y Bruselas para que todo lo malo haya prosperado en el mundo?"
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Señoras, señores, me alegro, buenos días
Son las 8 de la mañana, son las 7 aquí en Canarias, en el sur de Tenerife, desde el Hotel Iberostar donde les hablamos.
Esta ha vuelto a ser una larga madrugada en lo informativo, noche de reuniones de alto nivel, noche de pánico, de destrucción en Ucrania, tanques rusos a 30 km de Kiev y ucranianos volando, incluso, algunos puentes para que no puedan acceder a la capital. Muchos expertos en cuestiones militares decían, ojo que las invasiones la primera noche no es la peor, la peor es la segunda cuando buena parte de las baterias antiaéreas han sido destruidas en las primeras horas y la capacidad de respuesta del agredido ha sido anulada,entonces el agresor ya puede cebarse a gusto. De hecho, Estados Unidos avisó de que a las 3 de esta madrugada podría producirse otro ataque masivo sobre Ucrania y que la toma de Kiev podría ser inminente, efectivamente eso, a las 8 de la mañana, podría estar siendo así.
NOCHE DE PÁNICO EN KIEV
Ucrania se ha visto obligada a tomar una decisión a la desesperada como impedir la salida del país de todos los hombres ucranianos entre 18 y 60 años que pueden empuñar un arma. ¿Qué sabemos a esta hora? Que efectivamente la capital, Kiev, ha sufrido esta noche lo indecible. Este era el panorama para quienes se atrevían a salir por las calles de la ciudad que está siendo sitiada por tropas rusas. Poco antes de las 4 de la madrugada se reportaba una gran explosión en Kiev, pero explosiones en mayor o menor medida las ha habido durante toda la noche. Hay imágenes del cielo de Kiev y otras partes de Ucrania iluminado por la luz de los proyectiles que, en cierta manera, recuerdan aquellas imágenes de Bagdad cuando la 'Operación Tormenta del Desierto'. Un caza ucraniano ha sido derribado por los rusos y ha acabado impactando contra un edificio y además una zona residencial de Kiev ha sido atacada con misiles provocando el derrumbe de algunos bloques de viviendas. Claro, así las cosas, cientos de personas han huido con lo puesto camino de Rumanía o de Polonia, en esa fotografía de éxodos humanos que hemos conocido tantas veces, en tantos conflictos. Otros, pues los que tenían una casa de campo o una casa más alejada de la ciudad se han ido para allá pero, claro, con la esperanza de no toparse con soldados rusos. Y los que no saben qué hacer se han escondido en el metro de Kiev oyendo de las bombas, pasando la noche arrebujados unos con otros en el andén o en las escaleras ,recordando las escenas del metro de Londres durante la Segunda Guerra Mundial o de Madrid durante la Guerra Civil. Una manta, una mochila, un saco de dormir… algunos con niños, otros con el perro tratando de conciliar el sueño al lado de perfectos desconocidos con los que de repente te une una extraña empatía que es la que provoca estar juntos en el miedo y a la desgracia.
Bueno, el metro como símbolo de resistencia después de unas primeras horas de desconcierto, incredulidad al comprobar que efectivamente aquí el ruso era capaz de lanzar una guerra abierta contra un Estado soberano ante las cámaras de todo el mundo. La primera vez, desde la Segunda Guerra Mundial, que un país da el paso de atacar a otro país soberano sin importarle las vidas de la población civil. Esa imagen de una familia con niños pequeños en casa, viendo por la ventana cómo se aproxima un caza y ese caza no se limita a pasar a pocos metros del edificio sino que lanza un misil y provoca una explosión aterradora a poquísimos metros, pues pónganse ustedes en la piel de esa gente, e imaginen en su ciudad, en su barrio, en la ventana de su casa contemplando las bombas viendo venir los cazas sin saber si uno de los misiles va a impactar contra su edificio, qué hacer, para dónde correr, a quién invocar. Está diciendo esta mujer que a dónde va ella, si todo esto le había pillado trabajando como cualquier otro día y vivía en un municipio sin metro o sótanos en el que refugiarse.
TOMA DE CHERNÓBIl. PRIMER OBJETIVO, CUMPLIDO
Y más allá de todas estas escenas dramáticas hay muchos datos, de esos que se deben coger con pinzas porque pueden formar parte de la propaganda de unos para manipular a la opinión pública de otros, para ver si suben la moral a los que deben resistir el ataque. El caso es que el gobierno de Ucrania asegura que el primer día de invasión se ha saldado con 137 soldados ucranianos muertos y 57 civiles también muertos. Cifras muy altas pero que tampoco se pueden descartar teniendo en cuenta las barbaridades que hemos llegado a ver en las últimas horas. Moscú, por su parte asegura haber cumplido con todo lo que se había propuesto hacer en la primera jornada de invasión que es la destrucción de 70 objetivos, entre ellos la toma de la región de Chernóbil, lo que ha provocado, hombre, mucha preocupación por si la antigua central nuclear podría sufrir algún impacto que provocase alguna currado radiactiva. Chernóbil está prácticamente en la frontera de Bielorrusia, que es un país que es cómplice de esta agresión porque ha permitido el paso de las tropas rusas por el norte de Ucrania. El objetivo de Putin es obligar a Ucrania ser como Bielorrusia, un estado títere, una especie de provincia de Moscú para recuperar lo que los nacionalistas llaman la ‘Gran Rusia’. El nacionalismo es la guerra. Conviene, una vez más, acudir a las palabras del presidente francés Miterrand.
¿QUÉ HAN HECHO HASTA AHORA EE. UU. Y EUROPA?
Bueno, Occidente, pues muy concernido, poniendo lucecitas en las fachadas de los edificios oficiales con los colores de Ucrania; pues, está muy bien, muy bonito pero eso no va a salvar la vida a los que están bajo las bombas. Ucrania no forma parte de la OTAN; con lo que la OTAN si entra en ese territorio a defender a los ucranianos por simpatía o porque Putin no siga expansionándose sabe que entra en un conflicto en el que ya se implican más países y efectivamente se mundializa una guerra. Pero miren, eso pasó también, cuántas veces escuchamos en el año 2000 que Kosovo no era parte de la OTAN pero que al final la alianza bombardeó Belgrado para castigar a los serbios porque se negaban a renunciar a Kosovo cuando los albaneses dijeron de arrebatársela.
Y esta noche pues todo se mueve en el terreno de las sanciones financieras, sanciones que siguen sin ser las más contundentes, pero bueno sanciones con las que se espera tocar, laminar el PIB ruso aunque tengan todas ellas y algunas de ellas efecto búmeran porque estamos hablando de un país que es un gran productor de materias primas que precisamos para acabar nuestros bienes de consumo, que subirán de precio como sube de precio la gasolina, como sube el gas, como por lo tanto subirá el precio de la energía y con ello la inflación. Funcas asegura que puede subir 2 puntos más, eso compromete claramente la recuperación económica en España y demás lugares de Europa.
Pero miren, si ustedes abren el foco de lo que lleva pasando en el mundo, años, en el mundo la invasión de Ucrania se entiende mejor. Si ustedes ven que hemos salido por patas de Irak y Afganistán, que el yihadismo no ha dejado de extenderse pese a la derrota del Estado Islámico, que Irán es un dolor de cabeza desde hace décadas, que el populismo se ha extendido como una mancha por Hispanoamérica y todo se parece cada día más a Cuba y Venezuela, si analiza que China se ha convertido en la gran potencia mundial, en la dueña de buena parte de la deuda pública de medio planeta y que, además, ahora le añaden que Rusia quiere volver a ser un poco la Unión Soviética; pues puede parecer que los acontecimientos son autónomos y no tienen un hilo conductor en común, pero tienen un aspecto decisivo. En todos ellos a Europa le atropellado la realidad mirando a la Luna y en todos ellos el abandono de los Estados Unidos de su papel de referente mundial ha sido decisivo. Estamos rodeados de tipos como Putin, unos invaden países, otros asaltan mercados, todos discuten el orden mundial tradicional, desafían a sangre y fuego los valores democráticos que se impusieron desde el 45 cuando acabó la Segunda Guerra Mundial. Y surgieron dos bloques la OTAN y el Telón de Acero, los dos con la mano al cinto pero sin desenfundar; y hoy sí han desenfundado en Ucrania, con excusas pseudohistóricas y un lenguaje nacionalista para justificar un abuso que va a desestabilizar aún más el mundo.
No teníamos bastante con la epidemia, con la crisis económica, ahora tenemos además una guerra. Y la pregunta no es lo que va a hacer Putin, porque miren hará todo lo que pueda, lo más rápido que pueda y lo más lejos que pueda. Este se cree que a Rusia no le basta con llegar al Océano Ártico por el por el Mar Caspio, por el sur ni por el Pacífico, por el Este hasta el Báltico por el… Si le dejan, Vladimiro mete los tanques en Polonia, y si me tiran ustedes de la lengua diría que coquetea con tocar las fronteras alemanas. Pero, la pregunta no es esa, o no es la principal pregunta. ¿En qué parra están Washington y Bruselas para que todo lo malo haya prosperado en el mundo mientras ellos se dedicaban a tocar la lira? No se trata de pedir que entren en una guerra, que además podría llegar al mundial, nuclear incluso. Pero sí de preguntar cuál es el plan, donde han estado mirando todos estos años. Las sanciones a un tío que no tiene ningún problema en hacerle sufrir a su pueblo, a los rusos, lo que haga falta. EE. UU. se ha ensimismado y le preocupan solo sus fronteras y; Europa, la vieja Europa, ni sabe defenderse ni quiere hacerlo porque tiene sociedades que se enfadan y mientras sus enemigos quieren pelea no tienen miedo a mancharse y piensan quizá, con razón, que pueden acabar con todos estos blandengues del ‘No a la guerra’, la multiculturalidad, el cambio climático, el lenguaje inclusivo de un manotazo. Unos salen a pelear con un cuchillo entre los dientes y otros, responden encendiendo velitas y lucecitas y tocando el ‘Imagine’ de John Lennon. Ya medirán ustedes quien tiene más opciones de ganar.