Herrera: "Sánchez no quiere someterse al control democrático de las instituciones ni de los ciudadanos"

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Señoras, señores, me alegro, buenos días.

¿Cómo llevan el calor? Hace calor en sitios donde habitualmente no hace. Pero son los días de calor de julio. Esos días señalados que pasan todos los años y que harán que el número 4 se ponga por delante de los demás.

Y hoy, ¿cuál es la noticia? La noticia es el plan de acción por la democracia que ayer presentó Sánchez y que se limitó a diversas bravatas y alguna que otra majadería. Pero la noticia del día no es si se ha presentado o no un plan de 'begoñización' de la democracia. Ayer lo que hizo Sánchez fue esconder las acciones pero no la intención, que es amordazar a los medios. Él no puede impedir por decreto que salga un periódico mañana o que una televisión siga informando al día siguiente.

Pero sí pretende estrangular y amordazar. La noticia no es si amenaza mucho o poco a la libertad de información o si lo hace es trasponer una norma europea sobre los medios de comunicación. La noticia de verdad es que Sánchez ha perpetrado las peores fechorías en estos días y se han conocido las peores barbaridades en su entorno. Y de eso no ha dicho nada al respecto. El lunes supimos por el empresario Barrabés que el propio Sánchez se reunía en Moncloa con Begoña Gómez, que es la esposa de Sánchez.

Supimos que el Supremo está a punto de aceptar la imputación del FGE por revelar datos privados de la pareja de Ayuso. El martes, la segunda amnistía de la temporada. Chaves, Griñán, se ha unido Zarrías. Cortesía de la banda sanchista del Constitucional que, en fin, ha vuelto a hacer de las suyas.

Pero es que, hace unas horas, hemos sabido que hasta la Universidad Complutense pide que se investigue a Begoña Gómez por utilizar la cátedra como si fuese una empresa privada. La Complutense pide que se investigue a Gómez por apropiación indebida.

La comparecencia de Sánchez ocupa muchas cabeceras de los medios. Pero todo ello está condenando a ir difuminándose, porque no dio ninguna concreción. Lo que va a tomar cuerpo mañana es la declaración de Begoña Gómez. En ese contexto, también hay que añadirle los problemas del hermanísimo David Sánchez y los problemas del PSOE, que sigue pringado hasta las cejas por el tema de las mascarillas.

Es decir, ¿cuáles son las debilidades de Sánchez ahora mismo? No tiene apoyos parlamentarios. Los socios que tiene... eso es como tener... no voy a hacer comparaciones. Por otro lado, tiene problemas de presunta corrupción familiar que tiene que investigar más de un juez. Y luego el caso Koldo/caso Ábalos.

Con ese paisaje, un presidente en un país medianamente serio tendría problemas para continuar en su cargo y el justificarse de alguna manera. Y eso es lo que ha querido evitar.

Sánchez no quiere someterse al control democrático de las instituciones ni de los ciudadanos y darle vuelta a la tortilla para que parezca que los peligrosos son los que informan o los que enjuician. Todo esto se lo recordó Feijóo y Abascal en el Congreso con algunos titulares.

Y luego el plan de regeneración en sí, que en realidad fue una práctica de su mejor especialidad... que es el matonismo. Con la intención de amedrentar al que se deje amedrentar. Es un aviso a navegantes. Tampoco podemos olvidar la digitalización a aquellos medios que se porten bien.

Si alguien tiene que dar explicaciones de las subvenciones es él y los medios que le dan masajes. Lo importante, ¿de qué hablaba con los empresarios en la Moncloa? ¿Cuáles son los beneficios que Begoña y, por tanto, tú, habéis conseguido? Estas preguntas no las van a escuchar.

Con escándalos como el que conocemos hoy, de la denuncia de la Complutense, con la declaración de mañana de Begoña Gómez, a Sánchez solamente se le ocurre intimidar a los medios. No a los chiringuitos que publican noticias falsas. A los que informan. Por eso compareció. Para decir, fundamentalmente, majaderías y justificar lo que se le ocurra de aquí a septiembre.