Herrera, a Susana Díaz: "¿No se puede pactar con los 'ultras' de Vox pero sí con los de Podemos?"
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Señoras, señores, me alegro, ¡buenos días!
Mucho me alegro de saludarles a las 8 de la mañana de este martes 4 de diciembre del 2018. Es un día estable, temperaturas muy, muy agradables. En algunos lugares de la península viviremos, incluso, temperaturas canarias, eh -para entendernos-, superando los 20 grados en Andalucía, en el Cantábrico. ¡En el Cantábrico también!
Bueno, pues damas y caballeros, ¿ahora dónde está el foco? ¿Dónde está puesta la vista, la mirada? En los análisis cruzados que se realizan de estas elecciones y en los primeros escarceos que también realizan todos para ver quién se coloca en la Presidencia de la Junta de Andalucía. Quiero ser presidente Susana Díaz, Juanma Moreno y Juan Marín.
Susana Díaz tuvo más escaños que nadie, pero estás sola a no ser que la ayude Ciudadanos porque con la ayuda de Adelante Andalucía no basta. Juanma Moreno es el más votado del bloque de la derecha, que es claramente el ganador. Pero Juan Marín que es el tercero quiere que primero y segundo le apoyen para ser él presidente y no le importa que sigan los socialistas si es necesario en ese baile de permanencia dentro de la tostada del poder.
Y Susana Díaz y el PSOE, ¿qué dice el PSOE? De haber perdido la mayoría, de haber perdido una mayoría suficiente para gobernar en Andalucía, pues el PSOE de Pedro Sánchez da por amortizada Susana Díaz. Le enseña la puerta de salida. Y Susana Díaz no dimite ni se va aunque le abran la puerta. Y, además, intenta simular que aquí no ha pasado nada. “No, no ha pasado nada. Yo soy la más votada y, por lo tanto, voy a iniciar las gestiones para ver si consigo algún tipo de mayoría para gobernar”. Agita el miedo a los ultras para parar el cambio, no hace ninguna autocrítica y así estamos.
Por cierto, Susana Díaz, ¿con qué clase de ultras se puede pactar y con qué clase de ultras no? ¿Son ultras los votantes de Vox? Pues han surgido fascistas como las setas, vamos, de repente. ¿Pero no son ultras los votantes y los gobernantes de Podemos que claman contra el fascismo y se manifiestan, pero que se alían con cualquier contra constitucionalista, amigos de dictaduras, de los matones de Alsasua, de separatistas varios? ¿Qué vienen a defender ahora todos estos?
Bueno, pues damas y caballeros, miren, hay varios análisis a realizar. Uno de ellos es el que se pregunta el Partido Socialista por qué nos ha pasado esto, que supongo que... En fin, se reunirán y lo harán. Hay una cabeza bastante buena en el Partido Socialista en Andalucía, en Sevilla concretamente, que es Verónica Pérez, que es la secretaria de organización de Sevilla, que es una señora que ve las cosas con bastante crudeza, realismo , y ha dicho que hay que ponerse a reflexionar de verdad. No a hacer tonterías publicitarias.
Bueno, pues si se ponen a reflexionar de verdad, llegarán a la conclusión de que los asuntos endemicos de Andalucia, la mala gestión, la corrupción, el paro, los impuestos altos... Eso lo ha habido siempre. ¿Qué más ha habido que ha hecho que la gente que vota tradicionalmente al PSOE se quede en casa, incluso que algunos voten a Vox? ¡Que algunos voten a Vox!
Pues hay un elemento más, y ese elemento más ha sido el acierto que hayan tenido aquellos que han querido plantear en esta campaña no solo temas de Andalucía, sino también nacionales . Y volver la vista hacia Pedro Sánchez. Hasta este Pedro Sánchez que, en fin... Que ha pasado con quien ha pactado, que ha llegado a acuerdos hasta con Bildu y que está todos los días con paños calientes con los golpistas catalanes. Y Andalucía es muy España. Y, además, andar todos los días con pañitos calientes, con gente que se dedica a insultar a los andaluces, como toda esta chusma... Hombre, andemos con cuidado.
Bueno, pues eso... Eso no es culpa de Susana Díaz porque Susana Díaz, la verdad, no tiene nada que ver con Pedro Sánchez en todo eso. Pero es la que va a pagar, precisamente, esa factura.
Fíjense que, además, en este preciso instante, Susana Díaz pretende que de alguna manera los demás tengan en cuenta a ella para ella seguir dentro de eso que llamaría “el gobierno constitucionalista”. Y vuelvo a la pregunta anterior: ¿Es un gobierno constitucionalista el que quiere formar con Cs y con la anuencia del PP? Es decir, parta aislar a Vox que, por cierto, cuanto más les insulten, más van a crecer y, sin embargo, estaba encantada o estaría dispuesta, ya sé que encantada no, lo retiro, estaría dispuesta a recibir el apoyo de Adelante Andalucía que son infinitamente más anticonstitucionalistas que todos estos de Vox que, de momento, tienen que enseñar la patita más y hay que analizarlos un poco más.
Bueno, pues damas y caballeros, este es o esta es una primera parte de la reflexión. Hay otra. Porque ahora aquellos que podrían formar una mayoría que ha ganado en Andalucía deberían darse cuenta que no es el momento de equivocarse. Ciudadanos está a un paso. Hacer a Juan Marín presidente con el apoyo del PSOE no es el cambio. Eso es mantener el régimen a medias. Y, además, no es lo que quiere la mayoría. ¿Cómo van a estar los socialistas tutelando el cambio? Rivera se queja de que el PP es corrupto, etcétera. Y tendrá toda la razón del mundo. Ya veremos lo que será Ciudadanos cuando lleve algún tiempo ahí. Pero en Andalucía la corrupción es del PSOE, a los que ellos mantuvieron. Si no hay pacto en Andalucía para un cambio por culpa de Rivera, porque Rivera, que digamos es un estratega regular, quiere jugar hasta el extremo intentando colocar al tercero en la Presidencia con el apoyo del primero y el segundo, eso lo pagará muy caro. Intentaría la ropa seguramente antes de andar con estas cuestiones, pero hay varias. Hay varias de las que podemos hablar esta mañana.
Varias cuestiones que tienen que ver con el futuro de una comunidad en la que sea el que sea el gobierno que llegue a la Junta, va a pasar un auténtico quinario. El quinario de enfrentarse a los que van a quedar dentro de una administración enorme, desproporcionada, que todo lo ocupa, y que son los más cafeteros, no ya tanto los cargos políticos sino funcionariales, incluso, y que están absolutamente o muy poco dispuestos a colaborar con un nuevo gobierno que no sea el socialista. Ojo con eso y ojo con el que salga adelante.