Carlos Herrera: "La preocupación de miles de catalanes es algo tan sencillo como su servicio de Cercanías"
- 3 MIN
Señoras, señores, me alegro, buenos días. Son las ocho de la mañana, siete en Canarias. Ay, 13, 13 de mayo. Cuando me encontré contigo y con los resultados de las elecciones catalanas ayer, el día 12. Cosa que estamos observando con mucha curiosidad y que podría resumirse en varios titulares:
-Hay que resaltar el hartazgo del votante catalán.
-Ha ganado Illa de forma incontestable, pero eso no quiere decir que sea quien decida.
-No vamos a saber qué se decide y quién decide hasta las europeas.
-El independentismo pierde fuelle notablemente.
-Cataluña es un manicomio político, quienes viven la decadencia de una región que ha sido el sinónimo de la prosperidad, en todo momento y lugar.
Primero, les quiero hacer una reflexión a esta hora. La preocupación de miles de catalanes es algo tan sencillo como poder llegar a su trabajo. Esa es la decadencia absoluta, el deterioro brutal de los servicios públicos, el colapso de la atención a los ciudadanos. Probablemente, hoy a los catalanes les preocupa su servicio de Cercanías que los pactos que les voy a explicar.
Illa ha ganado con claridad; con 42 escaños, pero lejos de 68 escaños que es la mayoría absoluta. PSC, ERC y los comunes suman una mayoría de izquierdas para hacer un tripartito. Pero no vaya usted tan deprisa. Eso que sería lo lógico está atravesado por flechas de conveniencia que hacen imposible esa suma.
No está clara, a pesar de que sume la voluntad de ERC de participar en ese pacto. En la pelea entre PP y Vox. El PP ha ganado, pero Vox se ha mantenido.
Las cifras de ayer, con Junts en 35 escaños, muestran que los catalanes han dado la espalda al independentismo. Por fin empiezan a darse cuenta de la parálisis que significa están ensimismados con 4 ideas y ensoñaciones imposibles que paralizan la acción de los gobiernos. El independentismo obtiene su peor registro de este siglo.
Fíjense si la debacle es importante que, con las cifras en la mano, el PSOE, PP y Vox podrían gobernar con un gobierno constitucionalista pero usted y yo sabemos que eso es literalmente imposible. Es una suma aritmética, pero un ejemplo del vuelco que ha experimentado Cataluña.
Gana Illa, Puigdemont arrasa a Junqueras, el PP gana en resultados, pero, si el independentismo ha perdido 13 escaños, los partidos de izquierda han perdido 11. La recuperación del PP en Cataluña es un buen termómetro. Ha desaparecido Ciudadanos, con todo lo que ha llegado a ser. Y no sabemos qué gobierno se va a formar en Cataluña. Las elecciones podrían repetirse.
Podemos hacer lecturas en clave nacional. Sánchez, que afirma que para él Cataluña es su único feudo en España... esa victoria del PSC amenaza a la estabilidad de su Gobierno. ¿Por qué? Porque se instaló, por Puigdemont, una máxima: o Illa, o Sánchez. Pero los dos a la vez no pueden ser.
Si Puigdemont ve cercenadas sus posibilidades, inmediatamente cae el Gobierno de Sánchez. ERC decidirá quién gobierna en Cataluña. Pero Junts decidirá si Sánchez se mantiene en el Gobierno de la nación. Los resultados no han sido históricos para el PSC, pero ha sido un buen resultado. Buen resultado también para Puigdemont.
ERC va hacia la debacle, con peor resultado que las encuestas. Ya lo saben. No hay mayoría independentista de Gobierno. Y en septiembre, otra vez, a volver a hacer todo esto. Que en fin, al final le vamos a acabar encontrando la gracia.