El padre de la niña secuestrada ocho años por su madre: "Los policías polacos se reían de mí"
Alberto relata en "Herrera en COPE" cómo fue su reencuentro con su hija Olivia tras ocho años sin saber nada de ella
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El español Alberto Encinas logró este lunes recuperar a su hija Olivia, que estuvo ocho años secuestrada por su madre, una mujer polaca, pese a la sentencia judicial que le daba a él la custodia. La policía localizó el domingo en la localidad de Katowice (sur de Polonia) a Olivia y a su madre, contra quien había una orden de busca y captura por el secuestro de la menor.
Todo empezó la nochevieja de 2011, cuando Olivia debía volver de vacaciones con su madre y no lo hizo. En ese momento la hija de Alberto tenía tres años. Ahora, ocho años después, la alegría inunda de nuevo la casa de Alberto y estas navidades volverán a estar llenas de felicidad. En una entrevista este martes en "Herrera en COPE", el padre se ha mostrado muy contento por el reencuentro con su hija y ha detallado los ocho años de lucha y búsqueda incansable de su niña. "La relación que he tenido con mi hija siempre ha sido muy cercana y muy sana. No podía quitarme a mi hija de la cabeza. Así que me iba a Polonia, iniciaba búsquedas y ver que regresabas sin nada me suponía una frustración importante", ha contado. Durante estos ocho años, han sido muchos los momentos de desesperación. "He llegado a estar casi medio año seguido allí. Me quedaba horas en un parque por si aparecía mi hija o en estaciones de trenes esperando un milagro. Es una situación complicada", ha contado Alberto.
La madre cambiaba habitualmente de vivienda para no ser encontrada e incluso estuvo durante un tiempo viviendo en Alemania. Las autoridades polacas tampoco se lo pusieron fácil. "Yo llegaba a Polonia y se reían de mí. El policía que llevaba el caso no se lo tomaba en serio. Afortunadamente, la Guardia Civil me acompañó en uno de mis viajes y pudo constatar que no hacían nada. Ellos iniciaron una investigación por su cuenta y finalmente las autoridades polacas se cansaron y decidieron colaborar", ha contado.
El reencuentro con su hija Olivia ocho años después fue muy especial. "Olivia no se acordaba de mí pero tenía sensaciones. Le preguntaron las psicólogas si sabía quién soy y dijo que no. Pero cuando le hablaba sus ojitos hacían chispitas. Ella siente y desde el minuto uno nos ha empezado a regalar sonrisas", ha relatado.
Alberto ha señalado que hay más 'Olivias' en el mundo y muchos 'Albertos' buscándolas incansablemente. "Hay muchos niños que están siendo retenidos de una manera injusta. No se están obedeciendo los tratados y los derechos del menor. Para mí es importante que estos niños sean recuperados", ha concluido.